La noche es la primera en darme la bienvenida ha este sitio aun sin estrellas, mi sombrero está empapado, mis bolsillos rotos y solo la locura de mi creador sabe porque estoy aquí.
Tal vez algún día él me diga su nombre, pero mientras tanto dime el tuyo
Si te presentas; ten por seguro que no tocare la puerta antes de entrar y no me importara si lo dicho solo extiende el vacío.
Atentamente: Aquel que quiso llamarse infinito.
Solo aquel que vive provocando a la lluvia; es capaz de atrapar sus relámpagos