Uno.-
Abismo lúcido en su hondura
Puramente pantanoso,
Resplandecen las raíces alambradas
En los cuellos dignamente ahorcados,
Con la sutileza de un barbero
Y la vulgaridad apresurada
Las tripas sobresalen a la presión,
Se peina la sangre derramada
Mientras cae en la anchura del fin,
En días ocultos
Amontonados como derrumbes
En fosas abiertas, amplias,
Cae de golpe pulcro.
De arriba observo su cuerpo gelatinoso
Con varias extremidades de más
Descontinuadas y atrofiadas,
Pero su vista es ojo grande, irritado,
Acechadora e imprudente,
Se siente como el exhalar de los desiertos
O como moscas que merodean su presa reciclada;
Él tiene vida,
Devuelve la mirada desde su residencia volcánica
Y sus lenguas de misántropo crepitan
En suaves resquebrajamientos.
El túnel profundo atraviesa la tierra
Los orgasmos renegados del mundo habitan allí,
Resistiendo, disecándose,
El suelo arde y ellos se queman de a poco
Representando el dolor.
El abismo me atrae:
Su galopes degollados
La guerra de la estrechez entre paredes
Su sensación de nostalgia enrevesada
Sus zapatos encostrados
Rastrillar su piel:
Mi miel agria contra el resfrió de la felicidad.
