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La Historia de Dos Jardineros.


Detener el tiempo para pensar, acostado, apoyado en un árbol mirando al sol nacer.
Me doy cuenta que este de un lado esta lleno de flores, pero del otro lado carece de ellas, además sus ramas están secas...
Se notaba que de un lado, estaba cuidado por demás. Parecía que el cuidador de ese árbol lo apreciaba más que a su vida, lo regaba día a día, buscando en cada amanecer, que este mejoré. Tanto cuidado hacia que a veces el riego sobrepasaba lo que podía absorber el suelo, por unos instantes ahogaba al árbol. Dicho cuidado parecía una obsesión, que hacia descuidar su tanta amada posesión. Que destino mal presagiado, no ser cómplices del tiempo, y con su amor lograr más rápido el crecimiento.
Brillaba tanto su mirada al ver como nacía una hoja nueva de las ramas. Se podía decir, que era capaz de enfocar el sol, para que el árbol no pierda ni uno de sus rayos.
Quizás, la otra parte carecía de concordancia, y no recorrían el mismo camino.

El lado derecho del árbol no tenía ni siquiera un brote, ni hablar una flor. Sus ramas estaban resquebrajadas, en el no se lograba ver la dedicación ni a delicadeza del cuidado que se nota fácilmente en el otro extremo.
Esta parte de árbol crecía por su propia voluntad, a veces gracias al agua que le convidaba su parte hermana del árbol. Lo regaba la lluvia, si es que llovía, y no su cuidador, pareciera que a este le procuraban otras cosas, no le prestaba atención, quizás hasta pensaba que los bosques crecieron solos sin cuidados de ninguna persona, ¿por qué no va a seguir el mismo camino esta semilla? Quien diría que en ese entonces comenzaba a cultivar otro jardín.

Si ambos compartieran juntos los mismos sentimientos, por los cuales iniciaron la plantación de ese árbol, que a penas crecía, amenazo por ser cortado, por un error que hoy se vuelve a repetir.
El hombre tropieza pocas veces con la misma piedra, pero la mayorías de la veces en el amor, y con el mismo amor. El tiempo a veces tarda en contestar preguntas, pero siempre logra razonar los pensamientos, tarden lo que tarden hacen que el sentido común vuelva a tomar su lugar.
Tal vez, el error causado por el dueño que lo consentía por demás, que hasta ahogaba con sus acciones, que parecía una obsesión a simple vista. No entraba en la cabeza de esta persona, que por querer suplantar las tareas de otro con más de sus acciones, en vez de darle vida a la otra parte y lograr que esta crezca de la misma manera que la suya, que ambos se destaquen por los frutos mas sabrosos.
Tratando de evitar lo que pareciera un triste final, termine adelantando los tiempos, cegado por una ilusión.
Este final había llegado, desplomándose en el suelo su preciada pertenencia, sus riegos desmedidos hicieron que la tierra perdiera su firmeza, en un segundo lo más hermoso de árbol quedo sepultado por un montón de ramas sin brotes, sin firmeza y pareciéndose mas a leña que a una planta. Dejando atrás los deseos de que su árbol acariciaría las nubes, esos planes de robar estrellas para que los que niden en él tengan los reflejos de luna aunque el cielo este nublado.

Un simple sueño, es tan difícil que se vuelva realidad y más si es compartido. Tal vez cueste más, pero lo importante fue apostar por él, aunque este árbol se haya caído dejo su raíz, las grietas plasmas en el suelo.
Nadie podrá entender, quizás algunos pensarían sin lograr obtener una respuesta, ¿Por qué regar tanto un árbol sin medidas?, En realidad, el otro dueño alimento sus ilusiones, incentivándolo para que no lo deje de regar ni una vez, mientras más, mejor. No dejaba de aconsejarlo y si se quiere pensar hasta ordenarle para que lo riegue y lo cuide, hasta que un día lo dejo de regar sorpresivamente, esto se hacia notar en la contextura del árbol, dispensándose diciendo que lo regaba de noche, insinuando que la culpa la tenía él, solo buscaba escapar. Ya que en realidad, este estaba cultivando un nuevo jardín.

Simple gotas de agua logran derribar un árbol.

Simples palabras destruyen un amor, millones de sensaciones y pensamientos que no paran de preguntar ¿por qué? ¿Qué hice mal?
Están difícil decirle a una persona que la amas, y algunas lo repiten como si fuera una canción que no para de sonar en la radio. Pero no, la verdad no es así, cuesta tanto que cuando lo decís con todo tu corazón, no te creen, sienten que lo asfixias. Cuando en realidad lo único que buscas es que esa persona no se sienta ni un segundo mal. Lastima, pues en este mundo esta mal querer que la otra persona sonría a cada instante, y esas sonrisas, sean por uno mismo
Pamfleto01 de octubre de 2008

3 Comentarios

  • Pamfleto

    La historia de dos jardineros, es un texto que me salio luego de peliarme con una novia hace dos a?os.

    Me encantaria recibir su comentario al respecto de lo que leyeron.
    Muchas gracias.

    01/10/08 11:10

  • Adriel

    En mi opini?n (y no me hagas mucho caso) le sobra el ?ltimo p?rrafo, las par?bolas no hay que explicarlas.
    Saludos.

    02/10/08 12:10

  • Nigth14

    bueno...yo soy de esos que escriben largos...eso no te lo critico...lo ?nico que no me gust? es que rebundan las palabras...digo...en el sentido que explicas hasta lo m?s m?nimo...y las cosas es que debes dejar como un misterio entre palabra y otra...los textos con palabras cortas y tajantes...suelen ser muy llamativas...en fiiin....soy un loco as? que...jejeje pero ta bien...si es tu primer texto..ta bien jeje!!!! saludos...

    02/10/08 01:10

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