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La Rata que Posee la Oscura Llama

capítulo 1
Ratas
El tintineo metálico de las llaves, despertó al niño, cuando el guardia se detuvo frente a la celda, Feith ya se había parado de un brinco.
El hombre con el pelo desaliñado, los ojos enrojecidos y el rostro decorado con cicatrices, Media dos metros o mas, una altura poco habitual.
El temible gigante, vestido con la coraza tachonada y ribetes azules, característica de la guardia Zeuriana, contemplaba a Feith, con una mirada que al andrajoso niño de apenas 11 años, no le era ajena.
Las "Ratas" como se les decía a los pequeños que vivían en las calles de la zona baja de Zeura, conocían muy bien esa mirada. Era una mirada de profundo desprecio.
Para Feith, eso era moneda común, y tristemente se había acostumbrado a ello.
En Zeura, la inocencia era un lujo, que solo los niños de familias acaudaladas, se podían permitir. Y a su corta edad Feith había visto y oído cosas, con las que ningún niño de alta cuna, habría soñado ni en su pesadilla mas mórbida y oscura.
La noche había sido larga para Feith, que llevaba poco más de un día encerrado. No podía decidir que le dolía mas, si eran los brazos el estomago, o el rostro hinchado y palpitante.
Mientras se palpaba buscando huesos rotos, noto que tenia la cara cubierta de sangre seca y mocos.
Me debo ver como un pedazo de mierda, pensó Feith mientras ponía en orden sus ideas. E intentaba recordar que había echo para terminar allí.
Capitulo 2
Profeta
Era la primera vez que Feith intentaba robarle a un vendedor ambulante, y había salido terriblemente mal.
Para el niño era simple, mientras el hombre montaba su bochornoso show de tónicos mágicos que prometían una abundante cabellera o Curar la impotencia en poco menos de una semana. Feith se escurriria dentro del vehículo.
Claro que los vendedores que llegaban en los pequeños carromatos a vender esa mierda no se quedaban mas de dos o tres días, en un mismo sitio. Eso les aseguraba, que no los destriparan por estafadores.
Feith se arrodilló delante de la gruesa y baja puerta de roble y saco el punzón con mango y la horquilla. Logro hacer girar el mecanismo mas rápido de lo que esperaba.
Desde dentro el carromato era muy distinto, las paredes estaban forradas de algún tipo de tela roja, similar al terciopelo, apenas visible debido los millones de frascos y botellas de todos los colores y tamaños que había en las numerosas estanterías. Llamo la atención del niño una pequeña mesita, que estaba cubierta por un mantel, pero no tenia nada encima, eso le pareció sospechoso, al retirar el manto floreado pudo ver que tenia una pequeña puerta con bisagras doradas, para su suerte no estaba cerrada. Adentro Había una caja que parecía de plata, con unos detalles en oro en la tapa, Feith no pudo evitar sonreír, al fin su suerte estaba cambiando, ya estaba pensando en los manjares que iba a comprar, hace dos días que no comía, y el pan rancio que solían tirar la panadería de St. Everlight le estaba causando indigestión crónica.
jaló rápidamente, y se escuchó un clic seguido del sonido de una campana fuera del carromato. Algo había atrapado su mano por la muñeca, un lazo se cerró y amenazaba con cortarle la circulación, Feith fue presa de la desesperación y el pánico.
El lazo era de algún metal flexible que brillaba como la plata, intento abrirlo, utilizó toda la fuerza con la que contaba, sin éxito , se estaba quedando sin tiempo. La campana seguía sonando, tenia unos pocos segundos antes de que el comerciante entrara, o algo peor, un guardia.
Buscó desesperadamente algo con filo, tomó una botella de la estantería y cuando se disponía a romperla, la puerta se abrió a tal velocidad, que se estampó, y varias botellas cayeron y se rompieron.
El terror lo abrazo al ver al vendedor de tónicos, blandiendo una espada, que estúpido había sido, Aso me lo había advertido, Pensó Feith.
-Si valoras tu vida, jamás le robes a los vendedores de los carromatos - dijo Aso. Cuando le pregunte porque, solo se limito a decir.
- no son como tu y yo -
- Y eso, porque ? -
Aso, no respondió.
Al ver al niño detenidamente, la furia en la cara del hombre se desvaneció, bajo su bigote, su boca dibujo una fina línea. Feith siempre había pensado que era bueno adivinado en que pensaban las personas, solo observando los rostros, pensó, gran parte de su vida, que era lo único en lo que era bueno, pero este hombre no le decía nada, en que pensaría?. Esa incertidumbre, lo aterrorizó aun mas.
Aquí estas - dijo el vendedor
- Se que te llamas Feith, mmm raro nombre por cierto -
-Como me conoce!- grito el niño, con la voz entrecortada por el miedo.
-Tranquilo, esto no interferirá con lo que vendrá-
-jajajaja-
El hombre rompió a reír como si estuviera loco.
- Pero eso tu no lo podrías saber. Que estúpido soy, jajajaja.
-Una fortaleza Blanca, con un craño como rey-
Feith no podía encontrar sentido alguno, a las palabras del vendedor, acaso el hombre estaba loco?.
Cuando se dispuso a hablar, el hombre se puso un dedo entre los labios para hacerlo callar.
- Shhhhhhh-
- Lo siento niño, pero no puedo interferir con lo que viene ahora -
- pasen por aquí- dijo el vendedor en voz alta.
Dos guardias entraron por la pequeña puerta, Feith sintió que el lazo se aflojaba,pero, no había nada que hacer estaba atrapado. De inmediato los hombres lo tomaron, uno de cada brazo y lo llevaron afuera. Donde esperaba un tercero.
El niño intento tensar los músculos de vientre para resistir el golpe, que le dio de lleno en el estomago. mientras boqueaba sin aire, adolorido, un puño se estrelló en su nariz, cegandolo de dolor. Pero Feith no lloro ni suplico, no les daría esa satisfacción.
- puta rata!- profirió uno de los guardias.
Mientras Feith observaba su sangre goteando, repiqueteando en el suelo de tierra, sentía dolor, pero ahora el dolor físico había sido eclipsado por un dolor mas fuerte, mas profundo.
Ver su sangre le recordó el día, que comenzó a sentir odio y asco, por ese gigante corrupto, ese asesino implacable, que se había llevado la vida de tantas ratas y le había arrebatado a su mejor amiga, su compañera, y que tarde o temprano se lo llevaría a el, "Zeura".
Lo asalto la imagen de la menuda niña de un año menor. Que a pesar de la mugre, propia de las ratas, no se superponía a sus rasgos finos y delicados, mierda!, Auri habría sido la mujer mas bella de la ciudad.
Capitulo 3
Regalo de Cumpleaños

Auri se había demorado mucho, a si que Feith no dudo en salir a buscarla.
La encontró en la calle, apollada en un poste, con el vestido que la niña había encontrado y había arreglado, que solo usaría en ocasiones especiales, decía ella.

Este es un fragmento de algo en lo que estuve trabajando hace un tiempo, es lo primero que me atrevo a escribir. Se que esta lleno de errores pero bueno, tengo mucho que aprender. Espero les guste Salu2
Pantraxard14 de mayo de 2014

3 Comentarios

  • Pantraxard

    Soy nuevo en esto, perdonen que este lleno de errores. SALU2

    14/05/14 04:05

  • Orzada

    Bienvenido!

    Los errores siempre se pueden corregir. El relato, en sí, me parece fantástico.
    Si corriges, facilitas su lectura; yo creo que el contenido de tu relato se merece el mayor cuidado, porque de verdad que me parece muy bueno.

    Muchas gracias!

    14/05/14 04:05

  • Superandoloimposible

    A mi me está gustando mucho la historia, sobretodo por lo realista que es. Un beso :)

    15/05/14 03:05

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