TusTextos

La Puerta que Se Abre

Hace 16 años, cerré con candado la puerta del salón donde vivías. Te dejé atrás como se dejan los juegos de niños, las fantasías de unicornios y los sueños de grandeza. Eras sólo un enorme espacio vacío lleno de ecos en el que ya no podía vivir.
Ayer, entré corriendo al castillo de mi mente y busqué desesperada un refugio. Afuera llovían realidades y tristezas y se me estaba helando el corazón.
Creí que tu espíritu ya no vivía allí, pero el candado se abrió y pude entrar. En medio de las telarañas y la penumbra de la tarde, me cobijó la calidez de tu sonrisa y vi entre los cortinajes de terciopelo, rayos de luz que se colaban tímidos.
Estabas un poco más gordo y común. Ya no eras el niño pícaro, de bromas inacabables y silencios absolutos. Pero en tu mirada aún vivía la fantasía de ser el sueño hecho realidad, la alegría hecha carne, la ilusión hecha vida.
Me ayudaste el limpiar el polvo, a abrir las ventanas para que entrara la luz y te sentaste en aquel sillón donde siempre te gustaba conversar.
- Que bueno que has venido a visitarme - dijiste con una sonrisa.
- Habiá olvidado que estabas aquí - contesté con un poco de pena.
- ¿Me olvidaste? - parecía divertirle la idea - ¿Cómo? ¡Si nunca me dejaste salir!
Paraseilys27 de mayo de 2009

1 Comentarios

  • Voltereta

    A veces lo que se daba por cerrado se cerr? en falso, las miradas cambian con los ojos del tiempo, se vuelven m?s profundas y captan m?s matices, tienen m?s profundidad de campo, es f?cil recordar con a?oranza lo que se dej? con un pensamiento juvenil pero la visi?n ahora puede resultar bastante distinta.

    Un buen texto.

    Un saludo.

    27/05/09 11:05

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