La Relatividad de la Locura
Siempre supo que había algo mal en ella. Siempre lo supo y sin embargo, avanzó cada día, cada paso, fingiéndose la más normal de las normales entre todos los mortales. Y sin embargo, no podía ser normal por más que lo pretendiera.
Se lo recordaba la voz incesante de su cabeza que nunca callaba, que nunca se detenía, ni siquiera cuando dormía. Se lo recordaba su facilidad para escuchar las conversaciones a su alrededor, las que nadie parecía escuchar, aún cuando ella misma estuviera conversando, aún cuando estuviera leyendo, escribiendo, comiendo o haciendo cualquier otra tarea.
Se lo recordaba la maldita costumbre de mirar a los ojos a todos los desconocidos que se encontraba en la calle. Ya nadie se mira a los ojos. Quizás ni los enamorados. La gente ahora sólo mira el piso o mira el cielo o mira a cualquier otro lado, pero nunca te mira a los ojos.
Estaba tan consciente de su propia locura que pasaba horas en internet buscando las razones que la explicaran: ¿era acaso una neurótica? ¿una depresiva crónica?¿una obsesiva compulsiva?
Estaba tan consciente de su locura, que cuando sentía las ganas irrefrenables de gritar y maldecir, de tomar lo primero que estuviera a su alcance y estrellarlo contra la pared, se amarraba las manos con un único razonamiento: "si lo hacés, todos van a pensar que estás loca"
No temía estar loca. Tenía muchos años de estarlo. Quizás desde que nació. Quizás desde aquellos días de infancia cuando siempre iba contra la corriente o aquellos días de adolescencia a los que siempre quiso regresar. No fue la más popular ni la más bonita ni la más inteligente. Pero fue la más callada y la más retraída. Era la soñadora que soñaba planetas habitados por príncipes inconstantes.
Supo que algo andaba mal, el día que empezó a mirar desde su ventana, como todos a su alrededor vivían una vida y ella sólo los veía pasar. Supo que algo andaba mal cuando se dio cuenta que a su alrededor no quedaba más que las sombras de los recuerdos y la voces en su mente que nunca lograba hacer callar.
