TusTextos

Vi Como Me Mataba y No Podía Hacer Nada.

Hoy llueve aquí, desde las nubes hasta el suelo como de mis ojos a docenas de pañuelos. Me encantan éstos días, puedo llorar sin que el sol se ría de mi, porque él sí brilla pero no mis mejillas. También los odio porque siempre recuerdo cuando el pesado, como bajaba a bailar bajo la lluvia, cuando no me frenaba ninguna tormenta, que yo haría lo que quisiera llueva o truene, "buen lema" , cuántas veces me lo repetía al día con aquella sonrisa que perdí.
Era tan inocente, ¿cómo podría imaginarme aquella catástrofe?, parece que fue ayer, todavía recuerdo sus manos desgarrando mi piel en nombre de una caricia, recuerdo mis gritos incluso cuando su mano tapaba mi boca, esos gritos mudos que solo mi alma escuchaba. Recuerdo el sabor salado de mis lágrimas en mi boca, todavía puedo sentir el miedo, como recurría cada centímetro de mi cuerpo, como perdía el control y me hacía temblar de tal manera... Y el dolor, jamás había sentido tanto dolor, el pecho me ardía, mis piernas se engarrotaban, no había nada en mí en aquel momento que no se quejara. Y poco a poco me rendía, el cansancio me envolvía, deseaba haber muerto.
-Todo terminó- escuché que mi corazón me decía agonizando. Desperté. Lo vi. Vi como se vestía, vi la euforia en su mirada, la satisfacción en gestos, vi como se bebía aquel baso de a saber dios qué sería. Me miró. Me sonrió de la forma mas asquerosa que había visto nunca, su respiración estaba agitada y su mejillas sonrojadas. Recuerdo como me cogió en sus brazos, como me resistía con esas fuerzas que me quedaban, pero no era suficiente. Me dejó en mi habitación, se marchó y desde ahí supe que estaba muerta, supe que no volvería a bailar bajo la lluvia y supe que no volvería sonreír.
Pasaban los años y yo no me levantaba, sentía esas tremendas ganas de salir corriendo, de gritar, de olvidar, pero tenía que verle, cada día, y cada día que pasaba yo solo me repetía que era uno menos. Cuando creía tener la suficiente valentía, cuando mi corazón pudo curar alguna herida y mi alma empezaba a recomponerse, hablé.
Pero fue lo peor que podría haber hecho, mi madre me obligó a callar, sabía que era cierto, que no había mentira en mis ojos, podía ver mi dolor, pudo ver como me rompía a pedazos cada día, dejó que me consumiera, que me matara poco a poco, dejó que la soledad me acompañara y nunca vino a recogerme, ni a mi, ni la basura que poco a poco me arrancaba de la piel. Sentía un vacío inmenso, necesitaba un apoyo que solo creía tener con mi familia, y no lo tuve. Recuerdo como mis abuelos me negaron, como me gritaban y me escupían palabras que me rompían en pedazos, dolían como latigazos. " Cállate, nadie puede saber ésto, nuestra familia no ha estado manchada nunca, jamás debe saberse" . Así es, también consintieron que los demonios me torturaran cada día.
Han pasado ocho años, y solo uno desde que la tormenta se calmó. A veces no se como he podido aguantar, como sigo aquí. Me levanté con todos los huesos rotos y seguí caminando, pasé unos años cosiendo mis heridas y acostumbrando al sol a mis pupilas, que después de estar encerrada tanto en el interior de mi penada alma como en las cuatro paredes de mi refugio, mi mirada era incapaz de afrontar la luz del día.
He salido de un pozo utilizando mis lágrimas para llenarlo y salir así a la superficie, he vivido sin vida durante demasiado tiempo, batallado con ansiedad y peleando con el insomnio cada noche.
Hoy sigo aquí, descansando por fin, no feliz pero sí orgullosa, porque creía ser incapaz de reconstruirme, quizás no haya podido renovar mi corazón, ni dejar de llorar, ni has desaparecido toda mis pesadillas... Pero puedo correr, puedo gritar todo lo que he callado sin miedo a nada, me he hecho más valiente de lo que hubiera imaginado y puedo salvar vidas desde mi experiencia. Que si nadie pudo ayudarme a mi, yo levantaré a quien necesite un corazón nuevo.
Paryk18 de marzo de 2016

1 Recomendaciones

1 Comentarios

  • Oliviaferrer

    Precioso pero muy triste. Y triste también que tantas mujeres tengan que aguantar semejante martirio. Y aún más triste que ni tu propia familia te quiera ayudar.

    14/08/17 04:08

Más de Paryk

Chat