Una vez leí en un periódico un par de ancianos que decían que habían vivido amándose toda su vida. Según ellos, no había ningún secreto para el amor incondicional hacia una persona. Simplemente dijeron que ellos nacieron en una época en la que cuando algo se rompía se arreglaba, no se tiraba. Pero no se plantearon otra cuestión... ¿ Y si tras arreglarlo varias veces sigue rompiéndose cada vez más? A nadie le gusta deshacerse de las cosas, porque al deshacernos de algo probablemente tendamos a tratar de olvidar todo lo que esté relacionado con ese objeto. Pero hay que saber cuando es el momento de darlo todo, o de dejar de entregarse. Hay un punto en el que es todo o nada. Todo depende de lo que estés dispuesto a dar y a recibir. Probablemente el amor no sea tan distinto a cualquier jarrón que tengamos en casa. Cuando se quiebra nunca queda igual y a veces el daño es tan grande que no tiene solución. En estos casos, por mucho que duela, lo mejor es tirarlo a la basura.

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2 Comentarios

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  Beth

  Me parece que tienes toda la razón del mundo. El amor es a veces como un yogur, con fecha de caducidad. Intentas comértelo antes de que caduque, pero cuando no puedes hacerlo, quizá sea mejor deshacerse de él, no vaya a ser que nos emponzoñe. Nada es eterno en esta vida, por más que nos empeñemos en pensar que sí. Y cuando el amor no evoluciona de la manera adecuada, en la misma línea que los sujetos, se convierte en otra cosa, pero ya no es amor

  15/10/12 05:10

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  Buitrago

  Bueno, creo qque Beth no me ha dejado nada jejeje buen texto
  
  Antonio

  16/10/12 08:10