Soy de la Quinta que Vio El
Mundial 86
Y sin desesperación, algunas veces miro para atrás, sin detenerme, solo como para buscar algún punto donde poder amarrar mi alazán, como dice el quiosquero de la esquina que se niega traerme el diario los domingos porque dice que de la avenida para acá no pasa por una cuestión de seguridad.- Si miras demasiado para atrás pibe!!! Te vas a romper el cuello!!!
Pero lo necesito, casi siempre tengo un par de opciones, si todavía la vida me sigue ofreciendo opciones, algunas son muy buenas, son de esas que si no las aprovechas pasas a ser un gil (un boludo, guebon o jilipollas), y aclaro que lo pongo así porque ahora uno nunca sabe quién lee lo que uno escribe.
Tendríamos que reinventarnos y generar un nuevo idioma general que sea universal, si ya estamos plagados de cuestiones universales, los celulares, los gobiernos (son todos ladrones en todos lados), las técnicas medicinales, las tácticas de guerra, todo ahora está de moda que sea universal.
Bueno decía, suelo mirar para atrás y que siempre tengo opciones varias para elegir, y que algunas son muy buenas y otras no tanto, pero hasta sabiendo esto muchas veces elijo la menos dulce, la menos feliz, la menos, comercialmente correcta.
-¿Me das fuego? Gracias…
Ahora muy pocas veces al día puedo detenerme a mirar el techo como en otras épocas solía hacer y estaba buenísimo ya que muchas veces ese techo era muy pero muy azul y en las nubes se dibujaban cosas increíbles, los días no transcurren más de esa forma, pero en el ir y venir todavía algo queda de esa oveja descarriada, en algunos momentos todavía puedo disfrutar de la soledad de estar solo, por ejemplo.
Poner un disco de Charly aunque nunca curtiste mucho su onda, “yendo de la cama al living” donde él se encarga de decirte de todo, eso sí se disfruta y es una de las opciones que decido tomar cada tanto.
Digo que a veces esta bueno mirar un poco el techo, para ver qué onda, que cosas estás haciendo bien, o no, simplemente mirar un toque el techo.
No tengo muy claro si los recuerdos que recorren mi cabeza son buenos o malos, sé que son una gran cantidad de muy lindos recuerdos (miles), y unos pocos muy malos que muchas veces tapan a los buenos y salen a flote más seguido que los buenos, de esas cosas me suelo amarrar para poder ver con mayor claridad algunas cosas, ese es un muy buen ejercicio, ya que la cinturita se va haciendo cada vez más finita, y de una u otra manera me hace zafar de muchas cosas que no hace mucho me hacían caer a pedazos como un plato que cae al piso y se hace mierda.
Bueno la cosa es que el café se enfrió, se me consumió el pucho, el tiempo pasó y vos me seguís mirando como si nunca antes te lo habían dicho, no te estoy pidiendo tiempo como para reprogramar mi sistema operativo, ni una tregua porque tampoco estamos en guerra, ni nos hemos declarado en quiebra.
Tan solo te estoy pidiendo que el resto de tu vida me dejes verme en tus ojos…
De seguro Continuará….
26/02/09
