Si uno de los dos faltara nos sentiremos muy solos,
el sol cambiará el fulgor y sus rayos generosos,
por sombras de soledad y la tristeza de otoño
y las claras primaveras serán sueños sin retornos.
Nuevo preludio de vida de aislamientos y sollozos,
noches ya sin blanca luna y sin astros silenciosos.
Si alguno nos ausentamos se habrá quebrado el coloquio,
y nos pesará el mutismo como un pedestal de plomo.
Qué solo será el silencio sobre un abismo espantoso,
que la luz de la esperanza se habrá ido de nosotros
y las sombras fantasmales no darán tregua al sollozo.
Las cosas serán dispares
y distinto será todo,
ya nada será lo mismo
si nos partimos en trozos.
Cada mitad por un lado.
Tú lo inerte. ¡Yo el despojo!
Si uno de los dos se queda será la muerte del otro,
una muerte lenta y fría nos helará poco a poco.
¡Que ya no es vida la vida
cruzando el camino solo!
¿Cuándo terminan los días de alegría? cuando uno de los dos falta, ese día cuando el brillo triste asoma por la ventana... y se arraiga el dolor.
Es una REAL belleza todo lo que escribe.
