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Historia de un Sueño Angustioso Adolescente

En una noche en la que creí que iba a soñar con mi ex-rollo o ex-loquefuere, -(un sueño también angustioso, seguramente)- me metí en la cama, después de escribir en mi diario -(que aun me resulta extraño verme escribiendo uno)-, intentando no pensar en nada. Lo que nunca imaginé fue tener un sueño de de tal “índole”. El sueño me marcó, así que lo recuerdo como si estuviera ahora mismo dentro de él.

Como soy un adolescente, y además un poco sátiro, no es de extrañar que el sueño empezara de esa forma: en unas duchas mixtas. Si, si, has leído bien, mixtas, chicos y chicas. La habitación donde estaban era enorme, como un gimnasio entero, con dos apartados separados.

No sé porque, yo ya estaba dentro y sabía que tenía dos partes, y al ver que en la que estaba había chicas y chicos -(miraba mucho a las chicas, claro está, pero, si no lo recuerdo mal, no se distinguían más que las piernas, las toallas, los hombros y la cabeza. O sea se, estaban bastante cubiertas… Los chicos el pecho y poco más. Muchos estaban vestidos.)- me asome a la salida. Vi, sin sorpresa, que había porteros en las entradas, como en las discotecas, que impedían el paso a chicos y chicas indiscriminadamente. Al parecer dejaban pasar a quien les venía en gana, porque, en ocasiones dejaban fuera a verdaderas diosas.

Me di cuenta de que al otro lado de las duchas también pasaban tíos y tías, que es lo que fui a comprobar. Incluso me acerqué a los guardias para asegurarme y, ya de paso, ver de cerca como vetaban la entrada a ese paraíso a más de una que protestaba y fardaba de cuerpazo. Yo le daba la razón, pero ni por esas.

Cuando volví donde supuestamente tenía mi ropa -(creo que yo iba en cueros, aunque, a esas alturas del sueño, parece que no era el único, porque mientras me movía entre los baldosines de aquel baño, vi algún que otro ombligo femenino, cosa que me resulta muy sexy…será por eso… En los sueños suelen aparecer lo que más nos gusta… Y ya puestos a extender el paréntesis, diré que las chicas tenían una piel bastante bonita, que parecía suave, de tonos blancos, rosados y alguno algo moreno, y eso me gusta. Sorprendentemente es en lo único que me fijé… ni pechos ni “agujeros negros”)- en la primera taquilla según doblé una esquina (si, había también taquillas) había una chica que estaba siendo insultada por un niñato bajito y que parecía de los más jóvenes, aunque tenía ya los 18. El personaje, que no se le podía llamar de otra forma, le llamaba gorda. Yo miré a la chica y la vi cabizbaja mientras se secaba las piernas con una toalla. No era gorda, tampoco era una miss, era normal. Yo, como no pensaba así, y también un poco por compasión, me enfrenté a él.

Le salté:

-¿Pero qué dices? ¡Cállate, payaso!-

Él me miró, los amiguitos que estaban riéndose pararon, y dijo:

-¿A ti que coño te pasá? La cosa no va contigo.-

Y, amenazándole e intentando zanjar la cuestión dije enfadado:

-¡Como no dejes de molestar a esta chavala, te meto un puño!-

Después de eso no pasó nada, no sé porque.

El día pasó (en el sueño, como un corte de una peli) y volví a aparecer yendo hacia el colegio. En la entrada me encontré al mismo faltón de las duchas.

Cuando me vio dijo:

-Mira que capullo… ¡¡¡Gilipollas!!! -(gritando)-

Yo, que iba con unos amigos con los que suelo hacer mucho el tonto, dije sin sentido:

-¿Eeiinnn? ¡¡Toliii!!-

Otros días pasaron mientras la rivalidad entre ese chico y yo aumentaba. Era tal la enemistad que teníamos que, un día, nos peleamos. -(La pelea no se veía en el sueño, pero lo sabía)-

Un día el muchacho apareció con una escayola al colegio… Como los sueños a veces no tienen sentido, otro dia distinto del sueño, a la salida del colegio, apareció con sus muletas reglamentarias y le vi metiéndose a un coche por la puerta del conductor. Miraba como, después de haber arrancado el motor, intentaba conducir el coche hasta la verja de hierro de la salida de coches del colegio. Parecía que no podía por culpa de la escayola y le dije:

-Hombre de dios… Pero vete andando, que sé que vives cerca y si vas conduciendo con la escayola te la vas a pegar.-

Un chico mayor que estaba dentro de un coche delante del suyo, que al parecer era su hermano -(ya he dicho que los sueños son extraños a veces, porque… si era su hermano, ¿por qué no le llevaba él y ya está?)- dijo dándome la razón:

-Aunque os llevéis a muerte, este chaval tiene razón. Vete andando, con las muletas, que para eso son. –

Y yo dije:

-Eso. Y así vamos los dos juntos y charlamos…-

Y eso parece que fue lo que pasó. Nos fuimos los dos, acompañándonos el uno al otro y hablando de quien sabe que. Creo que fue entonces cuando supe su nombre: Javi.

Pocos días después me entere que él estaba en el hospital. Nos habíamos hecho bastante amigos, además de que yo creía que esa escayola y su respectiva rotura eran mi culpa, por la pelea, y me preocupé. Fui a verle al hospital y me lo encontré en una camilla, con un gotero puesto. Parecía simplemente leve. Le saludé, le pregunté cómo estaba y si podía moverse.

Dimos un paseo por los pasillos del hospital, el con sus dos muletas y yo llevándole, al parecer, -(porque si no, no sé cómo podríamos movernos)- el suero con el típico soporte de hierro con un gancho. Hablamos de muchas cosas: de chicas, de la vida, del amor, del odio... Cuando llegamos a una parte de pasillo donde había asientos yo me senté. El se quedó de pie, con cara de preocupación. Yo lo note y le dije:

-Oye Javi, ¿qué te pasa? Y no me digas que nada porque te veo demasiado serio como para que no pase nada. Más que serio, preocupado.-

Él, manteniendo aun la cabeza hacia abajo, dijo:

-Las enfermeras y los medicos han dicho que no es una simple rotura. Dicen que seguramente debajo de eso haya algo más grave, - (subió la mirada un poco, mirando hacia una ventana… hacia el infinito)- algo canceroso o parecido…

Apartó la vista del infinito y la posó en mis ojos con una tristeza aterradora… Dijo finalmente:

-Algo de lo que seguramente no salga. Carlos… me voy a morir…-

Entonces mi corazón se estremeció y mi mente, fuera del sueño, empezó a sentir una leve angustia.

Me asusté, al recordar la pelea y dije:

-¿Qué? No… Yo… yo no quería hacerte esto. No creía ni sabía que por una patada sucediera esto… Yo… lo siento… yo… -(Bajé la cabeza casi hasta el infierno y me la sujeté, estaba a punto de llorar)-

Él negó con la cabeza y dijo:

-Una simple patada no produce algo tan grave como un cáncer, Carlos… No te culpes porque tú no has hecho nada.

Sus palabras me aliviaron pero aun estaba triste y angustiado por todo.

No sé si lloré entonces o si le abracé o qué hice… Ni siquiera recuerdo acompañarle de vuelta a su habitación…

Hubo un nuevo corte en el sueño y aparecí en mi casa, jugando a lo que parecían los juegos de Javi en mi consola… Aun con la preocupación y el dolor presentes, apagué la maquina y puse la tele. Aparecieron súbitamente las noticias sin ser la hora, y salió el presentador hablando:

-Acaba de morir un chico de 18 años en el hospital de Cruces el Vizcaya, llamado Javier, a causa de un cáncer en la pierna. Al parecer esa clase de…-

Mis ojos se abrieron de par en par, mi corazón se murió y se clavaron en mi mente 1000 clavos de angustia… Salí corriendo mientras lloraba hasta la cocina donde estaban mis padres, viendo también la noticia, y les abracé… Balbuceando y llorando, dije:

-¡Mamááá….! ¡Es Javier! ¡Era mi amigo! Yo… yo le quería… y no me he podido despedir de él… Mamá… -

Y finalmente ella, cerrando los ojos, me abrazó con el amor que solo una madre puede dar…

Cuando desperté aun sentía la angustia en mí. Esa angustia me duro por lo menos dos horas. Comprendí que era solo un sueño, pero que no debía olvidarlo… Por eso estoy escribiendo lo que escribo, para mantenerlo en la memoria y compartir el sentimiento con todos… Seguramente hayáis tenido un sueño o, peor aún, una experiencia similar en vuestras vidas.

Por recordaros ese dolor, quiero deciros:

Discúlpenme.

Sé que lo mío fue solo un sueño y aun así dolió. Real debe ser como si se muriera una parte de la propia alma.


Y por, aun con eso, haber leído mis simples sentimientos:

Gracias.

[Version Htlm: http://docs.google.com/View?docid=dhfc8fw4_0t67q9w6m (Para verlo bien copiar y pegar en un Doc de word)]

Porroro06 de marzo de 2008

3 Comentarios

  • Igruher

    Me gustó tu relato pues debo decirte que llega dentro. Mientras lo estaba leyendo, estaba sintiendo la misma angustia que describías. Creo que una de las cosas más importantes de la literatura es llegar al fondo del lector y hacer que sienta lo mismo que tú estas sintiendo cuando escribes. Para mí eso es lo que hace interesante a un relato. Enhorabuena. Un saludo.

    06/03/08 12:03

  • Porroro

    Tengo que decir que, en algunos puntos, y debido quizas a la música que estaba escuchando, lloraba mientras escribia.

    06/03/08 12:03

  • Shadow

    Esta genial. Manda otro.

    12/03/08 09:03

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