Cierro los ojos y solo veo lo inmundo
de este mundo
y lloro con sangre
de un inocente niño moribundo.
Entreabro los ojos y veo los trozos
de mi vida junto a los de otras vidas
y palpo mi carne sucia
junto a mi alma aún más podrida.
Abro mis ojos por fin y veo mi corazón
incomprensible junto a otros corazones temidos,
pero avisto niños y me doy cuenta
que es aún más real el olvido.