Tan lejos se encuentra mi razón, ¡me estoy dejando llevar por el corazón! Y me está haciendo sufrir tanto, deberías pensarlo, quizás recapacitarlo y decirte a ti mismo que quieres desaparecer de mi mundo. No aguanto la carga y la vida me está arrinconando en esta esquina que es la soledad, lo que puedes ver es el pánico que reluce en mi mirada, podrías hacerte daño al soñar vuelvo a gritar y no sé si estaría preparado para eso. Eres esa estúpida situación a la que tanto amo, de forma enfermiza puesto que lo deseo cada día más sin pensar en otro futuro posible. Pero quizás no te conozca lo suficiente pequeña persona, puesto que el otro día no me sonreías cuando yo si lo hacía, me sentía tan desconcertado y perdido, no se convivir con el miedo que me ha regalado toda tu ilusión, no te das cuenta que salto precipicios intentando comprender que podría matarme en el intento, pero sé que no te importa, porque si muero otro saltará sobre mi cadáver para mirar tus ojos como los miro yo. Reconozco que no estoy preparado para verte llorar, pero puede que no me afecte si derramas alguna lágrima suelta, cuando llegue el momento de marcharme danzando sobre palabras olvidadas. Transcurre el tiempo, y no hay manera posible de volver atrás, de recobrar la confianza, ¿cómo podría si no se puede distinguir la ficción de esta extraña realidad? Te exijo que huyas ¡Maldita sea! Podrías lastimarme si no recuerdo tu nombre alguna mañana, abriré los ojos y no sabré quien eres ni que quieres de mi, deberías observar las consecuencias de esta locura, de querernos tanto..
