Salió de la habitación tan rapido que casi fué imperceptible. Él no se movió. Todavia no se lo podia creer. Ella cerró la puerta que dejo tras de si y con un acelerado caminar y salió de la casa. Llamó al ascensor, no lo pudo esperar. Estaba nerviosa, alterada, no podia quedarse quiera, o empezaria a pensar. Bajó por las escaleras. 5 pisos de escaleras. Los bajó casi en un suspiro. Salio del portal hacia la calle, y aceleró aún más el paso. No podia más, empezó a correr. Apenas dió diez pasos cuando se pudo distinguir como bañaba el aire con pequeños susurros de tristeza que salieron despedidos al cerrar fuertemente los ojos. No se podia creer lo que habia hecho. Siguió corriendo, y abrió los ojos. Ahora no podia creer lo que estaba viendo. Sus ojos estaban abiertos al máximo, su expresión, desfigurada. Lentamente paró, hasta que se quedo inmovil. Queria gritar, pero su cuerpo no le respondia, el terror enebraba cada célula de su cuerpo. Delante suyo estaba él. Inerte. Inmovil. Muerto. Y es que no es fácil sobrevivir a una caida desde un quinto piso, y mucho menos cuando lo único que pretendes es dejar de vivir.

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1 Comentarios

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  Voltereta

  Me ha gustado mucho la forma de relatar, la velocidad del relato las formas, me imaginaba mas o menos el final, un final de muerte, pero me has sorprendido gratamente, porque el muerto en lugar de en la habitaci?n yacia desparramado en el suelo de la calle, has desarrollado al mismo tiempo una agon?a mortal en dos espacios distintos.
  
  Muy bueno.
  
  Un saludo Raftel.

  04/02/09 08:02