Andaba sobre aquel gris prado, alumbrado en blanco, por una luna negra. Sin rumbo avanzó sobre aquella expansión de hierba sin sentido. No tenia a donde ir, tampoco tenia donde regresar. Solo podia seguir andando. Cada noche, aparecia de la nada, solo, sin recordar donde habia estado, que habia hecho, ni siquiera era capaz de recordar quien era. Solo, en aquel mundo sin color, avanzaba, avanzaba, avanzaba... Sus andanzas tenian fin, pero desgraciadamente, carecian de final. Al amanecer, su cuerpo desaparecia con la misma fugacidad con la que habia aparecido, y al atardecer del dia siguiente, aparecia, carente de vida, de emociones, de sentimientos... Con el único recuerdo de una noche deambulando, llena de tristeza, pesar y soledad. Cada noche volvia a salir en su peculiar marcha, persiguiendo la respuesta de aquel recuerdo inerte... Sin saber que solo perseguia su demente y cruel pesadilla... Sin fin, durante el resto de la eternidad... Hasta que como cada dia, el sol volviera a rezumar por la montaña, disolviendole en el vacio.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

3 Comentarios

• 

  Voltereta

  Una preciosidad de texto, en el que difuminas el padecer de un esp?ritu condenado a vagar una eternidad sin sentido y sin sentimientos, un ser carente de absolutamente todo en un espacio y un tiempo indefinidos.
  
  Se siente desasosiego, soledad, angustia, dolor, en fin no carece absolutamente de nada.
  
  Me parece tan bueno que me lo llevo a mis favoritos.
  
  Un saludo Raftel.

  04/03/09 10:03

• 

  Zien

  Tu texto Raftel, nos conduce a un mundo de penumbras, donde la luz, se hace cada vez mas lejana. Saludossss

  04/03/09 10:03

• 

  Raftel

  Muchas gracias por vuestros alentadores comentarios, gratifica saber que hay quien aprecia algo tuyo, y eso es algo sencillamente grande.
  
  Un enorme saludo a los dos

  04/03/09 10:03