Flechas Dispersas
-¿Lo mismo de siempre?
-Lo mismo.
-¿Qué pasa que andamos con esa cara?
-Y
el trabajo, el trabajo que ya me tiene bastante, bastante
-Tómese entonces esto, con esto se va a olvidar un rato de lo que lo aqueja.
-Hola amigo.
-Hola.
- Eh
¿qué pasa? ¿No me digas que de nuevo el trabajo te tiene
?
-Y sí, me parece que voy a renunciar
-Déjate de tonterías, ¿Cómo que vas a renunciar?
-Y sí, los encargues son cada vez más difíciles de realizar, parece que me los eligen justo para que me colmen la paciencia.
-Eh
bueno ¿vos también que querés?, son tiempos difíciles, tenés que entender un poco eso
-¡Ma que tiempo difícil ni nada! ¡La gente tiene un laberinto en la cabeza que ya no sabe ni lo que quiere!.
-No digas así, es una temporada difícil pero ya vamos a remontar.
-Ah pícaro, vos lo decís por qué te encargan misiones de pueblo, en cambio yo, tengo que remarla con los locos de la gran ciudad.
-Bueno
pero no te creas mucho el cuento ¿Eh?, mira que la gente de pueblo tiene sus cosas
-Ves, si es como te digo hermano, esta gente ya no sabe ni lo que quiere. Antes no se andaban con tantas vueltas se quedaban quietos y uno apuntaba mejor y era imposible errarle, ahora, van, vienen, se quedan, dan giros, cambian y recambian y terminas dándole en un tobillo, o lo que me pasó el otro día
¡En en el ombligo!
-¡Noooooooo!
-¡En serio, te digo que le pegue en el ombligo! No sabes, todo el día anduvo con desarreglo, pero feliz
-Che
¿Pero no te habrás tomado una nube de tormenta eléctrica vos?
-No, estaba de lo más fresco, nada más que el loco este, andaba con una, luego con otra y cuando llegó la hora y coordenada exacta como tenía agendado, el tipo vio a otra en la vereda del frente que tenía una protuberante delantera, y se olvido hasta de cómo se llamaba.
-Imprevistos
a veces suceden.
-¡Ma que imprevistos! ¡Tanto! Si el otro día tenía otra misión en el Congreso, estaba todo listo, ¡Pero todo!, y podes creer que este sujeto se distrajo un microsegundo con unos billetes que relojeo a la pasada y por eso ni la miró a la muchacha.
-Uhhh, ¿Y la flecha, la largaste?
-Sí, fue un microsegundo fatal.
-¿Y a donde fue?
-Y eso fue lo fatal. Como tuve que cambiar la trayectoria en ese microsegundo, le di al presidente que estaba firmando unos papeles y podes creer que justo, pero justo viene la esposa del Embajador de
bueno ya te habrás enterado, fue la noticia de la semana
-¡No! ¿No me digas que vos fuiste el de la flecha loca?
-¿El de la qué?
-Con los compañeros sabíamos que uno de nosotros había sido el responsable de ese conflicto internacional, pero como son millones los que andan por aquí, del que menos íbamos a pensar era de que Rogelio Cupido VII generación, el campeón de tiro al corazón, el capo de los amores difíciles, ¡Haya marrado con tanta
! jejeje
jejeje
-Ves, ¿Ves porque quiero renunciar?
-Y sí, yo también lo pensaría
-¿Así que flecha loca?
-El ángel de la flecha loca
-¿Ajá? , mira vos
-Quién lo diría
-¡Mozo! Sírvame otra
