Dejame entrar en tu vida, abre esas puertas que pensaste dejar cerradas para siempre por malas experiencias, dejame embriagarte con un ligero perfume de picardía, con aromas de humor que rompan tus miedos, con la sonrisa inocente de quien se acerca a tí solo para quererte.
Dejame conquistar tus misterios con cariño sincero, atraerte a mi con pequeños detalles que son más de lo que aparentan a simple vista, encaminar nuestro sendero con un silencio complice, que nadie dice pero los dos cuan velero nos dejamos llevar por el viento.
Dejame acercarme a ti lentamente, disfrutando cada segundo la emoción de ese primer beso que no llega pero que los dos esperamos, y cuando sucede, pintar en la piel cada una de las sensaciones que se producen, el roce de nuestros labios... los suspiros entrelazados... la tensión de nuestros cuerpos uniéndose más y más.
Dejame darte mares de caricias, primero lentas como olas... para convertirlas en huracanes de fuego intenso que tan solo tú provocas, para explotar como el big bang creando un universo de secretos y miradas que tan solo es nuestro.
Dejame darte todo eso y más para luego ser de nuevo tu mejor amigo y llenarte de risas y brillos en los ojos, que cuando me veas sientas todo tipo de emociones, quizás incluso contradictorias pero hermosas, porque así soy yo y todo eso te lo ofrezco.
Dejame entrar y entra tú también, como ya has hecho sin saberlo, pero esta vez no te vayas, quedate.