Los días son largos y ocupados, el problema son las mañanas y las noches, mi primer y último pensamiento lo ocupas tú. Hemos pasado por esto tantas veces, las rupturas se han hecho monótonas creí que un día compartiríamos techo sobre todo la misma cama pero al parecer no será así, las discusiones e ignorarnos se volvió parte de los días. Quizá esperé demasiado de ti, exigí de más sabiendo lo que tú puedes dar y mas entendiendo que no puedes cambiar, no porque no puedas., si no porque no quieres. Y aunque no todo fue tan malo, seguiré recordando las tardes en tu casa, las luchas en la cama, los besos que nos dejaban sin aliento y las carcajadas bajo el cielo estrellado camino a casa. No puedo apostarle a nada en estos momentos, ya me canse de creer que yo tengo culpa de algo y que tengo que poner más de mi parte para que las cosas se reparen, esta vez no bastaran los mensajes ni las llamadas, si algo aprendí es que si alguien de verdad te quiere TE BUSCA y no te avisa solo llega. Si no llega es porque ya no le importa.
