Hace cinco años que llegaste a mi vida, a mi vida y a la de todos. Hace cinco años te esperábamos con nervios y una enorme ilusión. Hace cinco años que no soy la misma, que intento cada día ser mejor persona, ser mejor para ti, para que estés orgulloso de mí, para que veas en mí un modelo, alguien a quien siempre podrás recurrir, que va a estar siempre ahí para ti, que te va a escuchar, va a tratar de entenderte, y lo consiga o no, te va apoyar siempre incondicionalmente.
Aun eres muy pequeño y no te das cuenta de todas esas cosas, pero yo me emociono cuando veo que quieres seguir todos y cada uno de mis pasos. Por eso quiero ser mejor, mejor para ti, para que tus pasos nunca sean en falso.
Hoy que cumples cinco años, siento que mi vida sonríe y brilla como aquel primer día en que vi tu cara, tus ojos y esa naricita tan perfecta. Hoy, que sé que eres la persona más especial e importante de mi vida, siento una enorme tristeza por no poder estar a tu lado. Hoy, seríamos lo que siempre somos cuando estamos juntos, almas gemelas, almas gemelas separadas por diecinueve años pero que se entienden con sólo mirarse, que se enfadan entre risas y que se dicen cuanto se quieren sin que sus mejillas se sonrojen. Hoy, haríamos lo que siempre hacemos, ser felices. Tu sola presencia, tu mirada, tu sonrisa, me hacen la persona más feliz del mundo. Y hoy que no voy a tener tu presencia ni tu mirada ni tu sonrisa, sólo quiero desearte un feliz cumpleaños, desearte que seas feliz todos y cada uno de los días de tu vida, y decirte que te quiero como nunca he querido a nadie. Feliz cumpleaños peque.

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