TusTextos

Dirección Del Pensamiento

Muchos nos preguntamos cuánto de verdad tiene eso de que la vida nos dirija en gran medida a decidir una u otra cosa, o por el contrario, que seamos nosotros en su totalidad los que elijamos su dirección. Hasta qué punto podemos gobernar nuestros pensamientos para tener una vida que nos guste o tengamos lo que realmente necesitamos en ella; dejando a un lado el locus de control externo.

La verdad es que somos nuestros pensamientos, queramos o no. Esta mañana me he despertado bajo un cielo nublado y gris, y automáticamente me he instaurado el mensaje de que hoy sería un día no tan bonito al resto a través de mi pensamiento. Realmente tenemos el poder dentro de nosotros, pero la mayoría no sabemos cómo hacernos bien. Si simplemente hiciéramos lo que nos apetece o quisiéramos en cada momento, gran parte de nuestra ansiedad o frustración desaparecería. Y si nos diéramos la oportunidad de vivir algo nuevo cada poco tiempo, si cada día nos permitiéramos un momento plenamente agradable, todo sería más fácil.

Confío en que todos tenemos la capacidad para darnos cuenta de lo que queremos, aunque haya un gran caos dentro de nosotros debido al desorden de nuestras ideas. Por el desorden se empieza.

Mi camino es dejarme sentir, porque desde ahí, todo aflora. Podríamos pasarnos la vida intentado ser feliz con posesiones materiales, la opción de conseguir la felicidad fugaz de la forma más rápida, pero ello sólo hace que nos separemos más de nosotros mismos. Cuando nos escuchamos y queremos, el resto es indiferente. Cuando dejamos de fustigarnos por cómo hemos sido o creemos que somos, cuando nos perdonamos y nos damos la posibilidad de vivir sin pesos emocionales, nos regalamos un trocito de vida.

He tenido períodos de malestar, pero principalmente provocado por mi autocrítica y mi miedo. Antes casi siempre lloraba, y no por ello me considero débil. Me agradezco haberlo hecho, haberme permitido sentir y reaccionar a mi malestar para haberme parado a mirarme por dentro. Había varios aspectos de mi vida que me ocasionaban ese sufrimiento adquirido, pero sobre todo, se debía a los pensamientos a los que había acostumbrado a instaurar en mi. Unos pensamientos que se repetían, negativos y que no me dejaban partir hacia el avance.

Me he perdonado por haberme fustigado de aquella manera, porque era mi única herramienta para afrontar la vida que se me presentaba en ese entonces, de hecho, todos vivimos según nuestras estrategias de supervivencia. Si somos capaces de adelantar un pensamiento positivo a los pensamientos nefastos que solemos utilizar ante las situaciones rutinarias o vida en general, ganaríamos en tranquilidad.

Piensa en cómo quieres vivir, y hazlo. No esperes. No aparques tu bienestar en la raya de 'espere su turno'.
Reinadelnorte20 de marzo de 2015

Más de Reinadelnorte

Chat