Resonancia Del Alma
Sentado sobre un pastizal de color dorado por la llegada del otoño, vestido con un saco color muerte a medida. A mí al rededor expresiones desfiguradas por el intenso dolor y otras mostraban simplemente paz e inocencia, me fue difícil dejar de mirar a estas, querían atraparte dentro de su paz, en el corazón.
Solo se podía esperar y estaba tan rodeado por tumbas que no pude evitar dedicar toda mi capacidad para adivinar, de que época eran estas personas en vida, me pregunto si todos tuvieron momentos felices, me pregunto cómo medir cual fue más feliz y cual menos feliz.
Pensé en considerar el material de cada lápida, una tumba cara implica felicidad, y una pobre todo lo contrario?.
-No, claro que no, "estoy seguro que todos tuvieron y supieron aprovechar sus oportunidades de ser feliz, aunque esta sea solo una," concluyo.
Como una fuerza imparable que choca contra un objeto inamovible, recae sobre mí una pregunta.
-¿No debería estar pensando en otra cosa?
En ese momento me dí cuenta, para donde la conciencia intentaba guiar mis pensamientos, descubrí el método que utiliza el cerebro para evitar que mí Ser sienta la realidad. Me distrae con juegos, me transforma a un mundo intelectual en el cual, si encuentro la respuesta, soy feliz. Otra vez permito que suceda y comienzo a pensar en las personas vivas a mí alrededor, todas tienen su manera de afrontar la realidad.
Ahora puedo verlo, son como rostros, que intentan decirme algo.
Unidos por la pena de perder a un ser querido. Me piden que los analice, que descifre hasta el último secreto de su mueca más mínima.
Lo intento, algunas personas son muy difíciles, me lleva un tiempo pero consigo identificar varios casos de depresión Sonriente, creo haberlo leído en alguna revista de psicología que es cuando la tristeza se esconde detrás de una sonrisa.
Algunas otras que no tienen problemas para mostrar su dolor, derramando todas lagrimas que sean necesarias para liberarse.
Y por ultimo varias personas que son un acertijo uno que no puede ser descifrado con las capacidades que poseo en este momento, pero aun en mi fracaso me llama la atención una mujer de unos 26 años de edad, no llamaría a su belleza exuberante, pero si, detallada y perfecta a la vez que simple.
No puedo dejar de mirarla, y ella me descubre. Como cuando un ladrón incansable es atrapado, me rindo ante la vergüenza y la mirada de esta chica de ojos grandes, ella con su mirada esta viendo hasta el rincón más oscuro de mi alma, le estoy contando todos mis secretos, no puedo evitarlo.
Me obligo a salir del trance, intento no perder la gracia al moverme, tomo una pequeña rama y salgo disparado en dirección contraria a ella, mientras que con el palo voy dejando marcado mi camino en la pequeña cubierta de hojas secas que cubrían el sendero.
Cuando estoy a unos 37 pasos de distancia logro escuchar unos pasos a unos metros detrás de mi, no había otra opción tenía que ser la chica de los ojos grandes. Decido frenar, lleno de coraje la miro y espero su llegada. Agachándose a mi altura, posa su mano en mi hombro y me dice: Hijo, no te queda otra que despertarte.
