El Rito
En la oscuridad previa al amanecer buscas entre el frío de la mañana el alimento para tu sonrisa. Palabras, dulces palabras.
Está la distancia y estamos nosotros en los extremos. Estuvieron los minutos previos a los amaneceres de días ya vencidos donde nos buscábamos sin saberlo, o a lo mejor, como gatos, siempre furtivos esperábamos por el mejor momento para encontrarnos.
Buscaba con mis ojos cerrados el rezago de imágenes mentales donde tu rostro bello apareciera, donde a paso lento caminabas y yo desde atrás miraba de tu cadera su movimiento. Pero buscabas tú sin yo saberlo, entre palabras simples el motivo perfecto para sonreírle al sol, que tras el horizonte daba indicios de aparecer para posarse sobre el cielo.
Y ahora que ambos sabemos lo que buscamos me pregunto si te bastará con reconocerlo, o si pretendes conmigo hacer de esto un rito para los días que vengan hasta que las circunstancias acompañadas del tiempo, nos hagan detener de actos simples su transformación en pequeños juegos tan tuyos como míos y jamás ajenos.
