Los años son buenos para un alma como la mía
que se añeja por dentro mas no por fuera,
a pesar de los pesares del olvido y la sal en los ojos
muchas veces apretaron miedos en mi mirada,
comprimiendo mi alma y rozando hasta sentir un aguijón
mas físico que emocional en el corazón
,
a veces despertaron iras vanas que me avergüenzan,
pues muchas veces preferimos la incomprensión y
el olvido antes de afrontar las pruebas
que nos da la vida.
Mas no hay sabor doloso en el alma este día,
pues los sueños claros son besos suaves que alumbran
mi calma
, soy humana con errores en la vida,
pero lucho por alumbrar la antorcha de la fe
en cada pausa dura.
Siempre fui navegante a la deriva
sin rumbo fijo ni parada eterna, tan libre como el viento
en la inmensidad del universo...,
mi vida será eterna hoy y mañana mientras yo siga,
como esta vida que enseña en sabio,
lecciones de sobrevivir en frío y tibio, así como vivir
dentro ya es un regalo vivo nacido del cielo,
formando con fortaleza entre fallas humanas,
purificando errores con la luz pura...
es reencarnar sabiduría desde lo profundo
del karma.
ROMINA CAVERO.