Perjuicio Carcomido
Verte
Anhelarte con desesperación,
Pensar en ti todas las noches,
Saber que hace daño
Y no querer dejarte ir.
Sentirte en mi cuerpo
Como lo sentí en mi entidad del ayer,
Tocarte,
Rozarte sin cesar
Sentirte nuevamente
Y sabiendo que lastimas,
No querer dejarte marchar.
Fuiste guerrero en una guerra perdida,
Y fui la victima entre tus ojos misericordiosos,
Recordarte es como siempre
El dolor del ayer,
Tenerte en mi mente,
En mis recuerdos memoriosos,
Lamentosos,
No es más que masoquismo en la soledad,
La oscuridad se asemeja a tus ojos
Ni en mis momentos de paz te puedo olvidar,
La oscuridad en la que me he encerrado
Sólo logra acordarme de ti,
Esas noches tormentosas,
Que crearon noches silenciosas,
En gemidor procelosos,
En reglones de un amor perdido.
Anhelarte con el deseo del rencoroso corazón,
Quisiera tenerte entre mis brazos,
Busco tu aroma en esta habitación,
En mi cama, en mi cuerpo,
En mis recuerdos,
Pero tú ya no has de estar.
Todo lo que comienza tiene un fin
A veces creo esa es la razón de la vida,
Pero mi mente ahora sólo te anhela,
Sabiendo eres dolor,
Sintiendo el rencor del corazón.
No te silencies mente, no calles el recuerdo dañino,
Es lo único que me acompaña en esta soledad,
El daño no es nada,
Comparado con la soledad que me rodea,
Indómita, irrefutable soledad oscura,
Que cubre mi cuerpo en silencio.
Anhelarte,
El recordar el dolor no es nada,
Quiero tenerte aunque me mates cada día más que ayer,
Quiero olvidar la soledad que me rodea,
Quiero dejar de lado la oscuridad de lamentos que se forja ante mi,
Quiero deshacerme del deseo indómito de tu cuerpo
Pero no me quiero alejar de ti,
Quiero olvidar mi pasado,
Comenzar otra vez.
