Soy Yo.
Tengo un país, mi propio país, soy dueña de un pedazo del mundo, soy ama y señora de lo que mantengo escondido, proclamo a los cuatro vientos pero en susurros que tengo en mi pequeño islote un tesoro escondido.
Hay reglas como en todo, o casi todo, por que aunque digamos, que la libertad no se basa en normas y las normas esclavisan a la libertad, sin reglas no hay orden y sin orden no hay una vida, o una vida estable, y sin tan siquiera tener a la vida,¿cómo se puede entonces intentar vivir en libertad?. Pero no son duras, no me considero una dictadora, son reglas que tienen que existir, son las normas que te ayudan a vivir como se debe vivir, y ya esta, no lo complico mas, es simple, en mi pequeño islote donde escondo un pequeño tesoro, hay reglas que hay cumplir.
Siempre suena una melodía, no se muy bien si es triste o alegre, transmite melancolía pero a la vez un poco de esperanza, quizás es por que en el fondo, mi pequeño islote se siente solo en el medio de tanto mar, ya que alguna vez estuvo unido a un gran país, y sabe Dios donde estará aquel grandioso lugar, por que con tanto oleaje, mi pequeño trozo de tierra se perdió en la inmensidad, he aquí su parte melancólica, y la esperanza, supongo que consiste en el sueño de que algún día, alguien encuentre el tesoro escondido.
Esa melodía es un himno, un himno un poco triste como ya he dicho antes, pero un himno que transmite mucho, no solo tristeza, tambien esperanza y alegría, dolor, valentía, una historía, un sueño, un deseo como puede ser un sueño, superación, idolatría hacia aquel que lo creó, es un himno, que clama no en susurros pero si a los cuatro vientos que existe alguien en algún lugar, destinado a cantar esa bella melodía.
Resumiendo, es muy simple, en mi pequeño islote donde escondo un pequeño tesoro, hay reglas que cumplir y una melodia que cantar.
No siempre hace buen tiempo, ya quisiera yo que siempre hubiese sol, con una pequeña brisa, acompañada,de vez en cuando, no siempre, para que siguiese siendo especial, de pequeñas gotas caidas del cielo, para refrescar mientras miras al sol. Pero pasa, mas amenudo de lo necesario, que una tormenta azota a mi pobre islote, aveces con truenos y relámpagos, otras simplemente con viento, un viento desolador, que arraza con casi todo lo que en el habita, un viento con tanta fuerza que levanta inmensas olas y amenaza con undir a mi pequeño islote, un viento atronador que me encoge el corazón, y lo peor es cuando se unen viento y truenos, relampagos y olas, mi corazón muerto de miedo, y no queda nadie para proteger a mi gran trozo de tierra, que a pesar de todo, siempre consigue reponerse, para esperar con valor la próxima tormenta y mirarme con rencor por haberlo avandonado, pero es que no se, si ya os la había dicho antes, pero no soy perfecta, mas bien imperfecta, incluso aveces, no cumplo mis propias reglas, y eso que estan ahí para saber vivir, y poder hacerlo en libertad. Seguro que es por eso, por loque mi gran islote, espera que alguien descubra su tesoro y se quede en el a vivir, ayudandome a preotegerle la próxima vez, cuando la tormenta llegue.
Para finalizar, una pequeña pausa, un recordatorio y el punto final, tengo un país, mi propio país, soy dueña de un pedazo del mundo, soy ama y señora de lo que mantengo escondido, proclamo a los cuatro vientos pero en susurros que tengo en mi pequeño islote un tesoro escondido, hay reglas que cumplir, normas que te ayudan a vivir en libertad, siempre suena una melodía, una melodía que es un himno, un himno que espera a la letra y a lo voz que la cantará y un clima extraño, un clima caprichoso, un buen tiempo acogedor, y otro que te encoge el corazón, una reyna sola y un poco cobarde, un reyna imperfecta, y en cada rincón de ese pequeño y grandioso islote, la esperanza de que alguien acompañe a la reyna, cante el himno y encuentre el tesoro.
Y ya esta, asi de simple.
No lo complico mas.
