José, como un Dios invisible, aparecía inevitablemente noche tras noche enredado a mis sueños. Hoy me despertó mi hijo pequeño un poco antes de las cinco: –“agüita papi”, me dijo. Me abracé a su pequeño cuerpo, el cuerpecito que tantas veces mi amigo exploró con sus delicadas manos de pediatra, para, luego, en un libro infantil de tapas blancas brillantes, trazar los percentiles, anotar las vacunaciones y los cambios en la dieta con los nuevos alimentos a introducir a medida que crecía. Los niños, todos sus niños, permanecían expectantes a la espera de que terminara de escribir y abriera uno de los cajones de su mesa, donde guardaba un viejo tren que había heredado de su padre , también médico, y levantara luego la sabanilla de una mesa contigua a la de exploración, donde ocultaba una estación de tren y unas vías; lo seguían con la mirada expectante viéndole colocar sobre las vías la máquina del tren y dos vagones enganchados a ella; era el momento en que les dejaba un mando del que emergía un botón azul , que, al pulsarlo, accionaba un resorte que hacía salir al andén, desde una pequeña casita pegada a la estación, una figura vestida de factor alzando una banderita roja hasta la mitad de su cuerpo. Era la señal que ponía en marcha la máquina antigua de carbón unida a dos vagones ,en cuyas ventanillas había dibujadas pequeñas cabecitas de niños. El tren recorría por tres veces el circuito ovalado de la vía y volvía a detenerse. "La próxima vez, les decía, hará un viaje más largo". Luego, le daban un beso.

Después de darle agua, esperé a que se durmiera, viendo amanecer un nuevo día de septiembre con él entre mis brazos, mientras recordaba aquellas cabecitas dibujadas en las ventanillas de aquel tren ,que parecían asomarse a despedirse de José, y nuestro último encuentro cuando fui a visitarle dos días antes de su muerte. Bullía en mi memoria su voz confusa por el dolor, la soledad y la morfina, junto a la lucidez de su mirada, con la que me transmitió la certeza del cercano final. Era la última parada de aquel tren de la ilusión para tantos niños, que ya no volverían a apretar más aquel pequeño botoncito azul.

A josé. Mi amigo.
Sandor

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15 Comentarios

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  Amiaire

  lo lamento, mis respetos...Precioso y conmovedor... bs y abrazos amigo

  29/04/14 05:04

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  Sandor

  AMIAIRE
  Gracias. Han pasado unos años desde entonces,la vida ha dado miles de vueltas,pero sigue en miemoria su recuerdo.
  Gracias y besos
  Sandor

  29/04/14 06:04

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  Neogrekosay2012

  Perder una voz es enmudecer. Las manos puedes acariciar los rostros cansados, pero la fragilidad es esa delicada esencia que casi no alcanzas a calmar, a que descanse, a que te presienta como alivio. Un gran saludo. Qu

  29/04/14 07:04

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  Mateo

  Sólo un gran corazon....un corazon que siente escribe...y al escribir también vive...y eso es lo que a veces te he hecho saber...lo invisible se hace visible...y tus sentimientos...tus recuerdos...lo que sentias...y siempre sentiras por tu amigo...también ahora..al leer tu corazón...lo hemos sentido....por lo menos yo....he sentido cuanto era el...y cuanto es aún para ti....muy bonito...muy personal...y ante todo muy tuyo....un abrazo Sandor...y otro para tu fiel amigo JOSÉ...este donde este.....tus letras le habran llegado....

  29/04/14 07:04

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  Superandoloimposible

  Me ha conmovido de verdad. Lo siento mucho.

  29/04/14 09:04

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  Sandor

  SUPERANDOLOIMPOSIBLE
  w
  Gracias amiga..han pasado unos años pero es como si aún estuviera vivo..
  Un abrazo.
  Sandor

  29/04/14 10:04

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  Sandor

  Mateo
  También me han conmovido tus palabras,que de alguna manera hacen que José esté cercano.
  Un fuerte abrazo.
  Sandor.

  29/04/14 11:04

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  Sandor

  NEOGREKOSAY2012
  
  Gracias por la lectura y las palabras que me dices...esa voz que enmudeciò,sigue hablándome y habla seguro a esos miles de niños,sus mejores amigos...qué de horas pasaba con ellos!.
  Un abrazo
  Sandor

  29/04/14 11:04

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  Vanished

  Me costó entender que de hablabas cuando en principio comenzé a leer y luego al final, volví atrás y comenzé de nuevo, oyendo tus palabras, que me mostraron su significado y amor. Dificil es perder a un amigo, te abrazo desde aquí y recordando tambien a mis amigos que se han ido pero viven en mi corazón, como él, José, en el tuyo. Un fuerte abrazo.

  30/04/14 05:04

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  Sandor

  VANISHED
  Gracias por esa atenta lectura y el cariño que muestras. Un abrazo para ti muy fuerte.
  Sandor.

  30/04/14 08:04

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  Polaris

  Es emocionante leerte, realmente emocionante.
  
  Un abrazo.
  
  Pol.

  30/04/14 12:04

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  Sandor

  POLARIS
  Gracias, Pol y ha sido fantástica la experiencia de publicar un poema conjuntamente, por lo que te estoy muy agradecido.
  Un abrazo
  Sandor
  

  30/04/14 03:04

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  Beth

  Me has hecho llorar. Y esto, sé que lo entiendes, es un elogio a tu trabajo. Porque hacer reír es bastante fácil, aunque a mi...tampoco se me hace reír fácilmente. Pero para que alguien me haga llorar tengo que descubrir un alma sensible y alguien que sepa traducir esa alma sensible a palabras.
  
  Gracias.
  
  Un abrazo

  04/05/14 11:05

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  Sandor

  BETH
  Nunca nadie.me dijo de esta manera tan bella como tú,estas lágrimas. Guardaré en mi corazón y sé que mi amigo José te agradece como yo esta preciosas lágrimas.
  un beso.
  Carlos,mi verdadero nombre.

  04/05/14 12:05

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  Beth

  Las personas que pasan por nuestra vida y dejan huella, ahí permanecen. Yo siempre digo que la muerte es simplemente que el otro se va a la habitación de al lado. Una habitación muy cercana, pero de la que no tenemos la llave. Así que ahí estará José, cerca de ti, aunque no puedas verlo. Otro beso para ti.
  
  Mabel

  05/05/14 04:05