Cuenta la historia que un día se hizo el valor de correr y batallar contra el gigante. Se dió cuenta de que fue capaz de despojarse de su miedos más profundos. Ni siquiera hubo necesidad de que su abuela, mujer a quien más quería, lo aconsejara. En la soledad de su yo interno, sufrió, murió en el intento, se volvió a levantar y se sintió listo para enfrentar al gigante.
El grupo de compañeros lo miraban extrañados, porque se había pegado en un punto de sala en el espacio físico, más no sabían todo cuánto elucubraba en su mente.
- Bueno, me retiro de esto ¡no he sido nunca feliz junto a vosotros!
Todo el mundo quiso matarlo, no les quedó otra que silenciarse y aceptar el designio del muchacho.
¿Qué decirle? Pues, nada.
Eso creo yo.
¿Y ustedes qué dicen?

SAN TUNGA.

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3 Comentarios

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  Marisol

  Miedo: sensasión humana que llega cuando menos te lo esperas, cuando menos la quieres o cuando menos la necesitas, pero siempre te ayuda a ser otro.

  13/01/08 05:01

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  Mendaciloquus

  El gigante...
  
  ¿A cuantos hemos de vencer antes de ser libres en verdad? ja¡¡ como que siento un poco de envidia de la situación anterior. Lo irónico esque ese tipo de personajes siempre termina siendo un gigante para quien antes, en él, veía un amigo, o amante, o similar. no crees?

  13/01/08 08:01

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  Santunga

  Gracias por sus comentarios. A Marisol, porque es muy clarificadora con lo que quiere expresar; a Mendaciloquus, que al parecer, se da el tiempo de escribirme por primera vez; y a Abunayelma, por su acertividad al comentar, sí, ese gigante muchas veces es social, y otras hasta familiar y conyugal.
  
  SAN TUNGA.

  15/01/08 04:01