Tú Me Haces Libre
Después de tanto tiempo escribiendo, me encuentro aquí, sentada frente a un ordenador, sentada sin saber qué decir. Nunca pensé que sería incapaz de expresar aquello que siento, nunca se me hizo tan difícil.
Porque yo no sé escribir poesía, porque yo simplemente no sé cómo escribir de una manera correcta, soy imperfecta de los pies a la cabeza, insegura, difícil de comprender
Y sigo aquí escribiéndote palabras que no sé si tienen un destino fijo, palabras que solo pretendo que lleguen a tu corazón.
Es complicado expresar lo que siento, quizá porque no lo haya sentido nunca o quizá porque hay ciertas cosas que, simplemente, no se pueden explicar. Lo fácil es decir que te quiero, darle el nombre de amor a esto que hay entre nosotros. Pero las cosas sencillas no son lo mío.
Realmente solo te sé decir que tú me haces libre, que cada día que pasa en el que me siento esclava de la sociedad, esclava de mis propias cadenas y de mis propios demonios, descubro que tú eres la única persona capaz de hacer que me sienta libre. Haces que, en aquellos momentos en los que estoy contigo, todo sea mejor, que no odie tanto a la vida por cómo me ha tratado, sino que la admire y la respete porque me ha dado esa oportunidad de conocerte. Dentro de esta libertad me demuestras que no solo tengo que querer a los demás, inclusive, debo de querer a mis imperfecciones, olvidando el pasado sin culparme por ello, pero, siendo plenamente consciente de cuales han sido mis errores y evitando que se repitan.
Eres esa persona que, aunque me quiere, me ayuda a abrir mis alas y volar, que sabe que quiero irme y que, aunque no sea su mejor opción y que conoce las dificultades que puede conllevar que me vaya, me anima a hacerlo.
En este oleaje que soy yo, que vive en una continúa tormenta que hace que me agite, que me exalte y quiera volar, eres tú quien detiene el viento y hace que la calma domine mis olas, haciendo que mi estancia en esta vida traicionera sea más ligera.
