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Pirata .

Honestamente, los gatos nunca habían sido mi animal favorito, prefería la fidelidad y gracia de los perros, pero por alguna razón, aquel gato cambió mi vida… literalmente.
Lo encontré en la casa de mi abuela, era negro, completamente negro, sin manchas, pero algo particular que lo hacía diferente: la cuenca vacía de su ojo izquierdo.
Apenas lo vi, en mi mente se dibujó la historia de Poe: El gato negro.
El otro ojo que le quedaba, era amarillo como una luna llena, de esas que solo a veces aparecen.
Decidí… adoptarlo en secreto, no había razón, solamente algo en mi interior me decía que tenía que tenerlo, pero a escondidas, como un tesoro.
Lo llamé Pirata, creo que no hace falta explicación, lo cuidé, lo oculté y lo amé, muchísimo lo amé.
Mi fascinación era ese ojo que faltaba. Cada noche, antes de dormir lo miraba pensando cómo lo habría perdido, y las más maravillosas, y tétricas historias se arrastraban en mi mente, como las hojas secas de los árboles ante el primer indicio de tormenta.
Algo en mi estaba cambiando, y todos lo notaban. Ya no hablaba de romanticismo, ni castillos encantados, ni príncipes azules o reinos lejanos, ni siquiera vestía igual, ni siquiera era lo que alguna vez fui.
En cambio, me sentía atrapada en esas historias de resucitados, aparecidos, amantes suicidas y esas otras cosas que a casi nadie parecía interesarle.
El gato tenía una gran influencia en mí, percibía lo que me transmitía en esos maullidos desesperados. Él me ayudaba, y me iba a amar por siempre.
Pirata, también me hizo dar cuenta de la realidad.
La relación con mi mamá nunca fue muy buena, pero lo ignoraba… hasta que él me hizo dar cuenta, dar cuenta de todo a mi alrededor.
Fue entonces, cuando me dio claras órdenes, de matarla.
Una noche, esperé con ansias en mi cama, a que toda la casa esté calma, para comenzar la hazaña. Cuando ya todo estuvo tranquilo, me dirigí silenciosa a su habitación, procurando no hacer ni el mínimo sonido; la habitación estaba en silencio, no había señal de vida… bueno.
Tomé la cuchilla con mis dos manos, apretando fuerte, me armé de fuerza y atiné a su corazón.
Esperé un rato, por si aparecían señales de vida en ese cuarto sombrío – aparte de las mias – y volví con él.
Lo encontré merodeando por el techo, después de una hora de búsqueda. Le grité para que bajara, pero parecía ignorarme.
Decidí subir, y una vez arriba, todo lo que hizo fue voltear y mirarme con su único ojo…
El día después desperté, fría y vacía, sobre mi propia tumba, pero él me acompañaba, y lo haría… para siempre.
Satire28 de abril de 2011

7 Comentarios

  • Satire

    Algo así, del Gato Negro surgió apenas lo escribí, El Corazón Delator me di cuenta apenas terminé de leerlo por última vez. Y si, Poe es un maestro.

    28/04/11 02:04

  • Emme

    La verdad no puedo opinar sobre lo que dice nuestro compañero deadname porque no los he leido pero me ha parecido una historia muy buena y sorprendente para mi gusto solo le faltó un poco más de misterio e incertidumbre pero muy lindo. En el caso de que se parezcan a esos libros tal vez sea una especie de reconocimento de tu parte y eso esta bueno. Saludos!

    28/04/11 02:04

  • Satire

    No lo calificaría como plagio, creo que todos tenemos nuestras influencias, no digo que alguien haya dicho que estoy plagiando, no... solo es mi opinión. Y te los recomiendo, Berenice también es otra buena historia.

    28/04/11 02:04

  • Emme

    Noo nada más lejos que un plagio. Es lindo cuando uno termina de escribir un texto y te das cuenta de la influencia inconciente te hace acercarte sin querer a esas obras que en su momento han compartido días de nuestra cotidiana vida. Como que te saca una sonrisa de más...

    28/04/11 02:04

  • Satire

    Exacto, gratificante si es una obra maestra.

    28/04/11 02:04

  • Emme

    Dead!! cuando hablaba de "dias de nuestra vida cotidiana" hablo de que en comparación a las historias que podemos llegar a leer tan emocionantes y demás nuestras vidas quedan como algo cotidiano. Es la magia de los libros y sus autores nos dan emocion en cada oración. Poe es un gran exponente y eso no cabe ninguna duda.

    28/04/11 03:04

  • Satire

    Presentar puntos de vista no es ofender, claro está. Envidia? no lo creo. Berenice, me fascina de una forma que ningún relato logró.

    28/04/11 03:04

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