Hipnotizada por Ese Perfil.
Sigo conteniendo a diario las ganas de girarme y besar esa boca perfecta. Sigo, como la primera vez, temblando cuando encuentro tu mirada, como un cíclope, te acercas y te alejas. Te busco por la sábana, quién sabe cuantas noches lo intenté, y cuantas te espere. Cuantas veces deje de respirar con una llamada, y cuantas lloré por dentro con un abrazo. Lo más bonito de querer a alguien, lo sientes únicamente, cuando sabes que nunca lo tendrás del todo, y por eso no te importa pasar horas y más horas escuchando cada palabra, perfecta, salir de su boca. Cuando tu mundo son sus secretos, todas esas cosas que deseas descubrir, no sabía nada de ella y me moría por sus gestos, me moría por sus historias, por esas que solo puede oír aquel que se las gana. Una vez le pedí que me contara por que estaba tan triste, y me dijo que por que tendría que hacerlo si no me lo merecía, aquel día entendí que la había empezado a perder.
Mentí para verla sonreír, asumí la culpa de todas las veces que acabamos tiradas en algún parque, conocedoras del alcohol, borrachas de algo muy distinto al whisky, al tequila, o al vodka. Nunca busque un juego, y tampoco algo serio, solo trataba de que ocupara mi mente las veinticuatro horas del día, y un día me empujó tan lejos, tan lejos de ella, de sus historias, sus abrazos, sus miedos... Que consiguio lo que nunca pude ver en tantos meses, y cuando le dije cuantisimo la quería, le pedí un abrazo. Y ella sólo se rió. Ese día supe que la había perdido por completo.
