Ella, solo ella, ella es el alma libre que no se asemeja a las demás, ella, solo ella, esa persona que rompe los esquemas, ella, solo ella, es la que no busca cuentos de hadas, es la que no respira como la mayoría, ella, solo ella, la excepción que confirma la regla, la necesidad junto con la alegría y el dolor en un cuerpo, en una mente, ella, solo ella.

Doce meses, doce cicatrices, doce puñaladas, doce muertes junto con doce resurrecciones, pero sabes que? Todo ocurre por algo, porque es ella, solo ella. Siempre será la causa de las peores pesadillas y los sueños más bonitos, de las mayores alegrías junto con las mayores tristezas, las mejores noches y las madrugadas más eternas, los mejores minutos y los más odiados segundos, los besos más largos y los abrazos más cortos, el frío y el calor.

Quizás lo lea tarde, quizás nunca, cuando vuelva a volar y siga siendo lo que es ella, solo ella, un ave que contempla desde la altitud la vida del resto de nosotros, los que no llegamos a alcanzarle, los que sufrimos por no poder tenerla, porque si, porque ella es la perfección que no podemos tocar, ella, solo ella.

Ella, solo ella, ella es la que aparece de golpe, una fría madrugada de invierno entre edificios en la jungla de asfalto, ella, solo ella, ella es la que con su mirada puede revivir, dar calor, iluminar pero a la vez puede oscurecer, destrozar o matar.

Ella, la que ilumina tardes oscuras, la que da calor en las noches frías, la que te puede derretir con su tacto, la que finge que no le importas pero siempre te tiene en mente, la que sin importarle te deja ir y no tenerle.

Ella, ella es la que no te mereces, la que te ignora aun sabiendo que la necesitas, la luz blanca con ojos azules que te deja ir, que no te deja volver, la que puede llorar pero nunca vas vencer, esa es ella.

Ella, mía, suya, de otros, de nadie, indomable, pero sin duda, siempre ella. La que se rebela, la que se va, la que me llena de celos, la que saca lo peor de mi, la que me observa aunque esté mal, la que me hace sacar a mi yo desconocido, mi yo especial, ese que intentas que nadie pueda observar ni vivir ni tocar, ella, sin duda, ella, es, simplemente ella.

Ella, solo ella, la que igual puede parecer la criatura más sencilla pero también la peor arma de destrucción, la que brilla, la que te puede amar, hacer soñar o partir el corazón.

A ella, solo a ella, quiero decirle que Sabina no tenía razón, porque tarde más días y menos noches de las que cantaba él en sacarla de mi mente, de mis pensamientos, de mis sufrimientos, de mis lagrimas y de mi mala suerte. La mala suerte de encontrarle y no saber tratarle, la mala suerte de perderla por no quererla tal y como ella merecía, la mala suerte de convertirme por ella en alguien que no conozco, ni conocería.

Doce meses desde esa primera vez, desde esa primera fotografía, desde esa primera conversación, desde ese momento en el que descubrí que ella era mi futuro, que ella me haría salir del agujero en el que yo, mi conciencia y ella, la cual se convirtió en adicción, porque era ella, solo ella.
Pero sabes que, tu, sabes quien eres, tu, tu eres ella.

Muchiso.

Siempre mía, siempre tuyo, siempre nuestro.

Seguir AutorRecomendar Texto Agregar a Favoritos

3 Comentarios

• 

  Mejorana

  Ella solo ella es única e irrepetible para ti.
  De tal manera te ha encandilado el corazón.
  Es un trabajo muy bonito, Sergiow.
  Un abrazo de bienvenida.

  21/01/17 09:01

• 

  Insole

  Me encanta!! Y tan cierto "Siempre será la causa de las peores pesadillas y los sueños más bonitos, de las mayores alegrías junto con las mayores tristezas"
  Sigue escribiendo así!!
  Espero leerte muy pronto

  23/01/17 08:01

• 

  Alechavez22

  hermosas palabras que me llevaron a recordar una situación muy similar, el solo el.

  24/01/17 03:01