A veces me diluyo como agua, rocío en un bosque de humedades,
huelo a brisa y soy mágica,
busco volar y corcovear en los oleajes de la imaginación.
Amelia como una sombra que inquieta en los rincones de la fragilidad,
reprimida, pero cabalga briosa y a veces se cuelga de una arista lunar.
Allí bajo el sauce que llora la nostalgia
un candor prohibido vuela sigiloso entre sus pestañas
y le recuerdo y le recorto de una revista en sepia
Un olor a antaño de romance frustrado
envuelve la feminidad en lagrimas sanguíneas.
Un aura me invade y no se cual esta detrás del espejo.
Imaginación fotográfica en blanco y negro
¿O será en violeta y azul?
(Imagen: "Desnudo violeta", arte digital por Néstor Ranero)