Un respiro.
Pequeña molécula de oxígeno viajando por el universo enrejado de emociones.
Una fibra de luz se ha impregnado desde la noche.
Y como una aguja se interna en el púrpura del corazón.
Destellos en el subconsciente, placer y agonía frente al conocimiento.
Quiero ser impura, quiero ser ignorante.
Un bramido y un rugido oscuro de las profundidades rasga la garganta.
Pasión y placer en vaivenes descontrolados.
Remolinos huracanados,
ventoleras desquiciantes de complejas ideas que se deshacen en un lapso fulminante.
Y Dios no estaba allí.
Y Dios tenia tedio...
Luz y vida.
Luz y profundidad.
Una humedad cuelga de un labio y en su centro hay una chispa luminosa
y a veces encandila.
Una boca semiabierta demuestra hambre de lenguas jugosas.
Pupilas vedadas solo piden más.
¿Qué hay detrás de la oscuridad?
El segundo eterno de la pequeña muerte...
Y no había nada allí...
Éxtasis provocativo.
Éxtasis, iluminación...
La noche está al otro lado de la luna.