He destrozado vidas ajenas mientras luchaba por salvaguardar la mía.Ningún juez podría condenarme.He jugado ha fabricar sueños con arcilla, he construido planes de futuro altos como rascacielos y tras un gesto premeditado he hecho añicos las esperanzas de algún necio, mas no me siento culpable.He vivido una vida que no me correspondía y he arrastrado en mi fantasía a personas inocentes y vulnerables, seres tibios de ilusión a los que les he dicho lo que anhelaban oir, mas no me siento intimidado por las heridas que les he causado.He jurado sinceridad, promesas que de antemano sabía que no iba a cumplir y he matado la confianza de los confiados, mas no me considero el yugo de sus cuellos.He salido vencedor en mi locura enterrando a mis muertos por el camino, mas ellos no son merecedores de mi lastima ni yo del odio con que me recuerdan.Las personas son un fraude a largo plazo, hay que utilizarlas mientras son fértiles, después que cada uno viva esta quimera a su manera...

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2 Comentarios

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  Serge

  Silencio:
  Este escrito me ha sorprendido mucho amigo, cada quien es libre de jugar su vida como quiera y no tenemos por qué juzgar.
  Pero la vida siempre nos pasa la factura de todo.
  
  Un gusto leerte.
  
  Sergio.

  09/06/10 09:06

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  Vocesdelibertad

  No existe una exigencia para que el ser humano sea bueno, aunque sería lo deseable, no cabe en la excelencia... por eso cada día reclama el derecho a ser imperfecto, es más hasta vive dentro de su derecho de llegar a ser nada pero también es cierto que esa nada lo confrontará un día, así como lo dices al final cada quien tiene una manera de ver su propia existencia.
  
  Saludos cordiales,

  11/06/10 11:06