Mi nombre es Blas Terrado. Hoy, sentado en un bar, veo a la gente pasar vertiginosamente desde la ventana. Tomo mi café mientras escucho la melodía del tango “Espejo roto”, que me sumerge en los recuerdos de aquel día: “…aquellos espejismos hoy vuelven a mi memoria y rituales distantes me llevan por calles inciertas…”
Ángeles Montalvo, mi compañera de Facultad, mi cómplice de tantas aventuras, estaba allí. Me había traicionado. Formábamos parte de un equipo publicitario de la agencia “Enigma” y debíamos realizar, como de costumbre, una campaña para promover un perfume femenino de reconocida empresa. Nos habían elegido porque conocían nuestra capacidad: mi genio creador y su conocimiento del mundo femenino.
Debíamos presentar nuestra propuesta el lunes 15 de mayo a las 17 horas en las oficinas de la empresa que nos había contratado. Estarían allí los directores de marketing y nuestros jefes. El viernes anterior acordamos encontrarnos en este mismo café, para ultimar los detalles. Sus palabras fueron las siguientes:
- No me pases a buscar porque voy con Roberto, el jefecito.
Siempre íbamos juntos porque ella no lo toleraba, le parecía un mujeriego pero esta vez la decisión no me resultó extraña porque la importancia del evento lo ameritaba. Más tarde comprendí que él era cómplice del engaño.
Ese lunes de otoño todo me impedía llegar a horario, el auto que no funcionaba y ningún taxi por la calle. Cuando lo logré, Ángeles salía de la sala de conferencias muy sonriente y del brazo de Roberto. Al verme me dijo:
- ¿Blas, qué te pasó? ¿no te llegó mi mensaje? La reunión se adelantó. Tengo una noticia extraordinaria: ¡les encantó mi defensa de la campaña y me nombraron jefa del departamento!
Las ideas se fueron pronto y la ruina llegó más temprano. Hoy Ángeles y Roberto son dueños de la agencia y mi proyecto, líder en ventas. Lo triste es que mi nombre no figura en ningún lado.
Sigo aquí no busco consuelo, no quiero dinero, no busco venganza “…El lujo es efímero, inútiles los reproches. Recintos de olvido guardan los juegos de mi vida, son flores encadenadas que me obligan a recomenzar…”

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3 Comentarios

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  Voltereta

  La vida es dura pero las personas se hacen duras con la vida, de todas estas traiciones se sacan las ense?anzas que a la larga nos hacen andar con paso firme por el devenir de este mundo de fieras.
  
  Buen texto.
  
  Bienvenida a Tus Textos Silvana.
  
  Un saludo.

  27/12/08 11:12

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  Migue

  cuentas historias de vidas...
  algunas muy reales
  me gusta...
  cuidate

  27/12/08 11:12

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  Silvana

  GRACIAS POR LEER MIS TEXTOS!!! y me encanta que les haya gustado!! Realmente me sent? bienvenida!! prometo seguir mejorando y pienso seguir publicando!!
  Ya me voy a ahecer un tiempo para rastrear los suyos as? les dejo un comentario!
  Cari?os virtuales!! Sil

  30/12/08 06:12