TusTextos

Sueño de Amor (part 2)

Llega la hora de poder salir de la prepa, y pues no tengo muchas ganas de hacer algo más en mi casa, y mientras me decidía a subir al microbús que me conduciría a mi casa, KYOKO se acerca y me habla:

KYOKO:
Oye JOTTA ¿Que te gustaría hacer por la tarde?

JOTTA:
Pues la verdad no tengo nada interesante por hacer, quizá realizar las tareas que hay para mañana, o no sé ver algún episodio de mi serie favorita, con eso de que están en ganga por el internet puedo aprovechar a tener todos los episodios que necesito.

KYOKO:
Te invito a la plaza, y no seas amargado y dime que sí.

Cuando ella se expresó de esa manera, realmente sentí como si me estaba impulsando a hacer algo que yo sé que iría en contra de mi voluntad, no le pude decir que no, KYOKO es mi mejor amiga (Y mi única también) entonces, ¿Que de malo tendría si la acompaño?

Pasado un par de minutos llegamos a la plaza, ella estaba emocionada con todo lo que ahí había, con sus ojos me decía que habían cosas nuevas en el lugar, no sé quizá ropa, quizá zapatos, o quizá algún juego mecánico, pero algo nuevo había, no sé porque se me ocurrió decirle:

JOTTA:
¿Quieres una nieve?

¡En que estaba pensando! No sé ni porque pero quise poner en práctica un poco de lo que había leído en mis libros de romance, yo sé que no era con la persona indicada, KYOKO nada mas era mi amiga, y bueno aunque era muy hermosa, y simpatizaba a muchos, entre ella y yo no surgía ninguna chispa fuera de la amistad, ella con una voz más dulce que los jocotes en miel me dijo:

KYOKO:
¡Claro me encantaría! Mejor si me traes una de limón.

Y ahí iba yo, como perro enviado por su amo a traer el hueso, no sé si sentirme utilizado o alagado porque ella haya aceptado, lo único que puedo hacer es comprarlas, y bueno en cierta manera eso fue efectivo, ya que si ella me hubiera dicho que no, significaría que no se siente cómoda con mi invitación, comprar la nieve era mejor que quedarme cerca de ella y escuchar: “Mira aquellos zapatos de allá” “Mira ese vestido de color azul” etc. etc.
Había dejado sentadita a mi amiga KYOKO en una de esas banquitas de los comerciales que parecen como si intencionalmente las hayan hecho para lastimarnos el trasero (Quizá eso pasa únicamente con los hombres, ya que la retaguardia no la tenemos tan voluptuosa) yo iba con una mezcla de emociones y nerviosismo, y de pronto cuando mi mirada se dirigió hacia un centro tecnológico por el que pasaba, sucedió todo lo inesperado, tope con alguien, y no solo tope, sino también bote muchas cosas, primero bote la Nieve que llevaba para mi amiga, y me calló en toda mi bella camisa (Era una de mis favoritas) y la otra nieve que llevaba quedó intacta, lo segundo que tiré al suelo fueron algunos cuadernos y otras cosas femeninas que la persona llevaba en sus brazos, con gran vergüenza me agache y recogí cada una de las pertenencias de esta persona, diciéndole repetidas veces cuando terminé de recoger todo aquello me dispuse a levantarme y a entregárselo en sus manos, ella era lo más hermoso que en el mundo había visto; sus ojos eran como dos luceros refulgentes que navegan en el inmenso universo, sus piernas como dos murales majestuosos que sostienen la creación arquitectónica más perfecta del mundo entero, sus manos suaves, como dos copos de nieve que se desglosan por el azul del cielo, y se disuelven con el rose del viento, como acariciándose, como bailando en la fría noche y dejando un rastro de luminosas partículas que adornan la oscuridad espesa.
Así era ella, perfecta, idéntica a las descripciones de las Hadas del amor que aparecían el cuento de Shakespeare, ella, alzo su mirada hacia mí, y con sus mejías sonrojadas como dos manzanas que están a punto de caer del árbol, me dijo: “No te preocupes” con una voz dulce, con una voz delicada, como la composición de dos aves cantando en plena aparición del alba, quede totalmente congelado (Y no porque hubiera mucho frío, sino por la belleza de dicha creación) no supe que decir, no encontré las palabras para poder corresponder a su expresión.
Ella tomo sus pertenencias y se marchó, yo únicamente volteé mi rostro observando el ir y venir de sus caderas, alejándose de mí como una presa se aleja de su predador, en mi mente decía: “Hazme el favor y mírame, observa lo desesperado que esta mi corazón por volver a ver la luz incontenible de tus ojos” terminando de expresar esas palabras en mi interior estaba, cuando ella a punto de ocultarse en uno de los montículos del comercial, giro su rostro hacia donde yo estaba aun de pie, con mi camisa llena de helado (Nieve) y con una cara de estúpido (Como cuando una persona drogada observa arañas en su techo y le da gracia) y me miro, y pude ver como suavemente se deslizaba una sonrisa cálida, como ese fuego abrazador en plena ventisca de nieve, me sentí tan bien, me sentí tan cerca del cielo, me sentí volar en las nubes, y de pronto aparece en el sonido radiofónico del centro comercial una canción que decía así:
“Quisiera ser un súper héroe, y defenderte contra el mal.
Regalarte la Vía Láctea, en un plato de cereal.
Llevarte al espacio sideral….”


No sé a qué agrupación pertenece, pero en ese momento apareció como dándome un eco, una pauta, una guía a lo que debía de hacer, claro no iba a coger un traje de súper héroe y me iría corriendo tras ella (Si lo hubiera hecho, de seguro saldría corriendo aún más rápido que yo por el susto), pero me indicaba que esa mujer, esa perfecta imagen, esa majestuosa creación arquitectónica, digna de un artista elegante, era el complemento que necesitaba mi vida, era como esa chispa que es necesaria para poder ver el fuego y escuchar el arder de la leña; esa chica era la que tanto había buscado y había querido encontrar, pero el único recuerdo que tenía era su imagen, su nombre nunca cruzo por mi mente averiguarlo, ni tan siquiera preguntárselo en ese momento (Ya que me quede congelado por completo, como pavo de refrigerador) no tenía ninguna otra guía que pudiera conducirme al encuentro con su enigmática belleza.
Llegue con KYOKO y me pregunto:

KYOKO:
¿Por qué tardaste tanto?

JOTTA:
Es que cuando venia hacia acá me tope con una persona y derrame en todo el piso tu nieve, discúlpame, pero si quieres puedes tomar la mía, que de igual te gustará mucho, es de chocolate.

KYOKO:
No te preocupes, disfrutare tu nieve como si tú mismo la estuvieras saboreando, y para que veas que no es mentira le daré una probadita.


En ese momento ella paso su lengua por aquel preparado de leche, se veía que le gustaba, a quien no le iba a gustar el chocolate con maní, creo que a cualquiera.

KYOKO:
¿Lo ves? Esta delicioso, mmmmmm, que rico, mmmm, estupendo…

Y así se fue exclamando palabras que denotaban un gusto por lo que consumía…

KYOKO:
Ahora que ya hemos disfrutado de la nieve (Eso lo dijo porque se comió la que me pertenecía) vamos a ir a jugar “MAQUINITAS”


JOTTA:
¿Maquinitas?


KYOKO:
Claro, M – A – Q – U – I – N – I – T – A – S, si quieres te lo digo en ingles.

JOTTA:
¡Basta! Te entendí nada más que me sorprende que me invites a ese sitio.

KYOKO:
¿Por qué? ¿Qué tiene de raro que una chica te invite a jugar video juegos?

JOTTA:
Quizá para ti no es raro, pero en el ambiente de los varones es muy raro que suceda eso, la mayoría de mujeres o de chicas como tú, nada mas piensan en el próximo capítulo de su NOVELA favorita, que fuera una novela literaria estaría bien, creo que aprenderían mucho, pero le prestan atención más a esas NOVELAS en donde pasa siempre lo mismo, creo que sin necesidad de ver el primer episodio me puedo dar cuenta que, dentro de ella habrá, matanzas, envidia, egoísmo, amor, pasión, sexo ilícito, embarazos improvistos, personas que se quedan con grandes herencias, engaños, suicidios, en fin, te podría enlistar un montón de cosas que pasaran.
Singeringen15 de abril de 2012

2 Comentarios

  • Majo

    "Kyoko" me encantan los nombre japoneses!!! jejjje

    Se pone interesante...espero el siguiente!

    Saludos :D

    16/04/12 04:04

  • Singeringen

    Gracias por tu comentario Majo, espero que disfrutes de la proxima parte...

    16/04/12 06:04

Más de Singeringen

Chat