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Sueño de Amor (part 3)

KYOKO:
Si claro, eso también lo sé, lo que no comprendo es: ¿Por qué te extraña que esa invitación venga de mí? ¿Acaso no sabes que yo no soy como todas?

JOTTA:
Tienes razón, creo que me desubique, apresurémonos entonces, porque de seguro que la maquinita que quieres jugar no estará libre…

Con una sonrisa de oreja a oreja me dijo:

KYOKO:
¡Claro, vamos!!

Y así, corriendo, casi tropezándonos llegamos al lugar, me pareció ver en su mirada una tela de duda por haber dudado de esa invitación, conozco a KYOKO desde hace tiempo y siempre que nos reuníamos en la escuela, hablamos del nuevo obstáculo encontrado en el juego universal de MARIO BROSS y me comentaba muchas estrategias que ella había utilizado para poder pasar los distintos niveles que aparecían en el juego, y luego yo le comentaba las horas que invertía para poder pasar un nivel que a ella quizá le había costado únicamente un par de minutos, teníamos distintas habilidades, pero siempre compartíamos momentos como esos, llenos de videojuegos, llenos de series, llenos de lectura interesante, en fin, nuestros comentarios al reunirnos eran aburridos para aquellos que solamente se sentaban en su silla frente al televisor, o pasaban con sus auriculares en los oídos, y no pasaban de escuchar la música de moda, para nosotros era una tarde de recreación, una tarde para compartir nuevas hazañas, claro, cuando fuimos creciendo también compartíamos los temores de la adolescencia, como cuando se nos acerca alguien y nos pide que le acompañemos a un viaje, o algún lugar como el CINE, ella me comentaba los momentos de tensión que pasaba cuando un chico se le acercaba y trataba de entablar comunicación con ella, ella se expresaba en esos momentos con un brillo en sus ojos, que solo de mirarlo me instaba a ser mejor.
Tardes como esas pasamos muchas, y realmente nunca había sentido aburrimiento con ella, siempre las reuniones eran divertidas, nos reíamos como locos, pasábamos horas con un tema, y muchas veces comentábamos los acontecimientos de la escuela, y muchos de ellos eran divertidos, realmente KYOKO es una buena amiga, lo ha sido desde siempre, y quiero que así sea hasta el día en que la muerte haga su trabajo en alguno de nosotros.
Después de que pasáramos horas y horas jugando en la máquina de baile del centro comercial, nos dirigimos lentamente a nuestras casas, ella me iba comentando que en el momento que estaba ejecutando la segunda canción de la competencia, un chico la estaba viendo con una mirada de: “Te quiero comer viva, nada más que no soy caníbal” es la forma más sencilla de poder hacer entender lo que posiblemente un chavo piensa en esos momentos, KYOKO tenía un cuerpo fabuloso (Con cuerpo fabuloso me refiero a grandes proporciones, pero firmes como la plaza de ROMA), todo era perfecto en ella, sus caderas, sus piernas, sus cabellos, sus ojos de color almendra con un toque de miel silvestre entre sus destellos oculares, la hacían un blanco perfecto de aquellos chavos avorazados que con su pinta de PRINCIPES AZULES, mas azules que príncipes, quieren poseer todo lo que sus ojos ven (Con todo me refiero a todas las chavas lindas).
Y así, entre comentarios emocionales y burlas sin parar, llegamos hasta el lugar donde nos teníamos que separar. Y me dijo:

KYOKO:
Hasta mañana JOTTA, me la pase muy bien contigo, ¿Vez, que no era mala idea distraernos un rato?

Y luego soltó una sonrisa de esas que uno no cambiaría por nada, ese es el momento cuando uno quisiera parar el tiempo, detenerlo por un instante y tomar una foto cerebral de aquel bello y satisfactorio momento. Y entonces le dije:

JOTTA:
Claro, pasar tiempo contigo es lo mejor. Deberíamos repetir esto ¿No crees?

KYOKO:
Por supuesto; nos vemos mañana, descansa.

De esa manera KYOKO se dirigió hacia su casa. Mientras caminaba hacia mi casa, iba pensando en ese bello momento que habíamos pasamos con KYOKO, realmente teníamos algunos meses de no salir juntos a divertirnos, fue divertido, me gano muchas veces en la máquina de baile, aunque en las maquinas de artes marciales no pudo dar un round. Era sorprendente como una chica podía pasársela tan bien en un centro de videojuegos, creo que la mayoría de chicas debería de ser como KYOKO (Claro así muchos tendríamos oportunidades), vacilando un poco en mi pensamiento iba, cuando de repente una pedazo de papel golpea mi rodilla (con pedazo me refiero a una hoja suelta) me agache y me di cuenta que era un anuncio, era como una de esas propagandas que hacen las tiendas para atraer más clientela, pero hubo algo que me llamo la atención, al pie de la pagina había un pequeño mensaje que decía: “Si quieres trabajar, no olvides en acercarte a esta dirección, 4ª Av. 13 calle “A” cerca de la tienda para bebes”
No fueron las siglas las que me llamaron la atención si eso están pensando, fue el mensaje que transmitía, yo estaba necesitado, los gastos eran muchos, no me alcanzaba el dinero que recogía de los envíos que me hacían mis padres, la prepa era un poco cara, y los trabajos junto a algunas investigaciones requerían de inversión, cosa que me obligaba a poder requerir otro ingreso, al ver la dirección me di cuenta que estaba a poca distancia de donde yo vivía, vi los horarios de atención y me di cuenta que atendía hasta las 12:00PM (De la noche), tenía tiempo para llegar caminando, entonces decidí visitar ese pequeño restorán familiar.
Cuando llegue, visualice que dentro del lugar, había un par de familias, había una receptora, había una camarera, y había como tres cocineros, fui directamente a caja, y le mostré a la chica el anuncio que había recogido de la calle, y le pregunte:

JOTTA:
¿Esto del anuncio es verdad? Aquí dice que si necesitaba trabajo podía venir a este sitio y preguntar, ¿Hay alguna vacante disponible?


CHICA:
¿Tienes algún grado académico?


JOTTA:
No, aun estoy estudiando la preparatoria.

CHICA:
Bueno, hay una vacante nocturna precisamente, nos hace falta un camarero para las noches, ya que la chica que actualmente atiende pues, se le hace un poco difícil ya que es mujer y a esas altas horas de la noche se torna un poco peligroso, si gustas puedes empezar desde hoy, y si no pues mañana, llegaste en el momento que más necesitábamos de una persona.

¡Imagínense! Conseguí trabajo así de fácil, tuve la gran intensión de entrar de una vez esa noche, pero tenía que prepararme, evaluar, pensar, analizar, horarios, ingresos, egresos, tareas, en fin muchas cosas, “Si quieres que algo salga bien, planifícalo” esas eran las frases que me gustaba recordar en el momento oportuno.
Llegue a mi casa con una emoción grandísima, llevaba una gran sonrisa, no me la podía ver pero la sentía, sentía como la alegría recorría todo mi cuerpo, dándome una sensación de bienestar que no se puede contar. Lo primero que hice fue evaluar que tanto tiempo necesitaba para realizar mis tareas, también el tiempo necesario de repasos (De esos que uno hace cuando ya hizo la tareas y evalúa si están bien), también calcule cuanto de dinero necesitaba para poder solventar mis gastos básicos, y me di cuenta que el dinero que ganaría allí era suficiente, claro está que mis noches se tendrían que acortar, porque comenzaría a trabajar a las 06:00PM.
Después de hacer tantas evaluaciones, cálculos y planes me decidí acostar, reposar un poco mi mente y mi cuerpo, cuando estaba a punto de dormir, vi hacia el techo de la habitación en donde vivía, y vi muchas telas de araña, realmente tenía que hacer una buena limpieza, luego vi a un lado de mi habitación, y también habían telas de araña, era necesario una limpieza bien hecha, pero después mi mirada se clavo directamente por la ventanilla que conectaba hacia afuera, era una pequeña ventana, que estaba cerca del techo, y desde ahí pude ver las estrellas, pude ver la luna, pude ver la luz que en el firmamento se trazaba, era genial, era maravilloso, era incomparable, era como para foto, pero no pude tomarla, nada más en mi mente la guarde, la archive para mis momentos de inspiración, no sé porqué pero juntamente con esa bella imagen vino a mi memoria el recuerdo de esa bella joven, de esa bella chica, de esa niña hermosa a la cual le tire al suelo todas sus cosas (Esto no era lo que me hacia recordarla), imaginaba su sonrisa, su cabello, imaginaba gran parte de lo sucedido, me sentía como flotar, sus ojos, su figura, sus manos, todo realmente era digno de recordar, mientras recordaba todos estos indicios hermosos un suspiro broto de mi, un suspiro, era mi corazón que decía: “Amada mía, cuando te volveré a ver” era increíble cómo me comunicaba con mi interior, y de esa manera caí rendido y me dormí…
A la mañana siguiente hacia el recuento de lo que había pensado por la noche, esa imagen, no podía irse de mí, permanecía aun dentro de mi mente, y no solo eso, sino también que el recordarla hacia que mi corazón palpitara extrañamente, no sabía lo que sucedía conmigo pero fuera lo que fuera estaba transformando mi día por completo, la luz que antes los días no irradiaban, ahora lo estaban haciendo, parecía como si a mi alrededor estuviera permanentemente el arcoíris, era colores tras colores, era hermoso, sinceramente era hermoso.
Salí a la calle a esperar el microbús que me conducía a la prepa, y estando ahí de pie, mientras miraba mi celular, pasó frente a mí un bus, el cual raras veces pasaba por ahí, y no sé porque, pero tuve esa intensión de ver, y mi sorpresa fue que en una de las ventanillas, iba recostada la chava que había visto en el centro comercial (A la que yo le tiré sus cosas), me sobe los ojos pensando que era un efecto de no dormir bien, pero al hacerlo las cosas se volvían aun más reales, fue un leve momento pero pareciera que todo estaba corriendo como en cámara lenta, todo era divino, todo era sensacional, no tenia comparación alguna. Corrí, fuertemente corrí, para poder alcanzar el bus, pero aun con un poder sobrehumano no lo hubiese podido hacer, mi reacción fue muy tardía y el bus se había perdido entre los horizontes, en ese momento con una desesperación de ver de nuevo esa hermosa sonrisa juntamente con el brillante rostro de esa chica me consumía.
Cuando llegue a la escuela, busque desesperadamente a KYOKO para comentarle todo, ella no sabía nada de lo que había sentido cuando vi aquella chica, tenía que comentárselo, ¡Ella tenía que saberlo! Porque era mi única amiga y debía de comentárselo, quería compartir esa felicidad con ella, yo sentía emoción, desesperación y una enorme pasión por volver a ver esa hermosa señorita, bajada de los cielos, enviada por Dios para hacerme feliz.
Estaba por rendirme en buscar a KYOKO cuando sorpresivamente llego al lado mío y me dijo:

KYOKO:
Pareces desesperado, ¿Te pasa algo?
Te noto como inquieto, como buscando a alguien…

JOTTA:
A quien más podría andar buscando si no solo a ti, ¡quiero conversar contigo urgente!

KYOKO:
¿De verdad? Entonces anda, dímelo.

Entonces tome mucho tiempo para comentárselo, para poder ilustrarle a ella todo lo que había sucedido ese día cuando fuimos al COMERCIAL, perdí la noción del tiempo, si no me equivoco perdimos un periodo por estar sentados en uno de los mini parques que tenia la prepa, yo hablaba y hablaba, quizá ella no expresó ninguna palabra por estar atenta a todo lo que yo decía, ella únicamente me miraba, como cuando un niño observa un dulce fijamente queriéndolo tener en su boca (Y no lo digo porque ella haya querido hacer eso conmigo).

Después de unas largas horas hablando, ella por fin habló y me dijo:

KYOKO:
Realmente te impacto esa chica JOTTA, nunca había escuchado a nadie hablar así de una persona, pareciera que viste a un ángel del cielo.

JOTTA:
Casi, casi, no te imaginas, es que de verdad, ella parecía una noble alma pidiendo que le amaran.

KYOKO:
¿Y entonces porque no le preguntaste su nombre? Yo que tu le hubiera preguntado el nombre para luego salir a buscarla.

JOTTA:
Pues créeme que no cruzo por mi mente eso, es que realmente me quede congelado, no pude pensar ni decir nada.

KYOKO:
Entonces si que te gusto.

JOTTA:
Pues así parece, ahora nada mas resta esperar verla de nuevo, y cuando la vuelva a ver le preguntaré su nombre.

KYOKO:
Eso espero, porque si no lo haces, entonces yo tendré que darte una buena paliza para hacerte reaccionar.

Así fue como perdimos la mitad de los cursos de esa mañana, sonó el timbre para salir a recreo, y pues de inmediato fuimos a comprar algunas cosas para poder refaccionar, mi ser entero estaba ahora tranquilo, estaba ahora contento por haberle compartido todo ese suceso a mi mejor y única amiga, note un poco de descontento en el rostro de KYOKO, no quise preguntarle porque se sentía así, quizá en esos momentos mientras yo me desahogaba ella tenía un pensamiento no muy bonito dentro de su cabeza o quizá simplemente había recordado algo que le hiciera sentirse triste, eso muchas veces pasa.

Singeringen16 de abril de 2012

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