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Sueño de Amor (part 7)

DONCELLA:
Hola, ¿Tú eres JOTTA?

En ese momento mi corazón casi explota de alegría, al saber que había pronunciado mi nombre, como lo sabia no sé, y no me importaba, porque ella con su suave y dulce voz había quitado toda esa carga que había llevado sobre mí durante esos meses, no tenia palabras para corresponderle, no tenia en mi caja de intelecto las frases adecuadas, en ese momento se me activo en el cerebro el modo BASICO (Este modo se activa muchas veces cuando las emociones son muchas y el cerebro por simple iniciativa toma lo primero que tiene a la mano) y le dije:

JOTTA:
Si…si soy yo…

DONCELLA:
Mucho gusto, soy CATRHINA…
¡Wow! Era ella, era ella la chica que me había llamado, ¿Cómo no identifique el timbre de su voz? No importa, lo único que importaba en ese momento era su presencia y sus labios pronunciando una y otra vez mi nombre…

JOTTA:
Mucho gusto….CATRHINA…es un placer….

CATRHINA:
Tu eres el camarero de la otra noche, nunca me imagine que te tuviera de nuevo frente a mí, espero que ahora no vayas a quebrar nada…

Y sonrió, fue algo que no pude describir en ese momento, fue algo maravilloso, no tenia comparación alguna, no podía tan siquiera encontrar algo que se asimilará a ese momento.

JOTTA:
No te preocupes, intentaré no hacerlo…

Y así fue como pasamos un día completo juntos, quizá no era una cita de romance o algo por el estilo, pero con el simple hecho de que estuviera conmigo acompañándome hacia una gran diferencia ante los días anteriores, conversamos de una infinidad de cosas, entre las matemáticas, las revistas, los lanzamientos televisivos, premios que se habían otorgado a algunos cantantes del momento, en fin… eran mucho los comentarios, el tiempo se hacía muy corto, cuando hay afinidad en la conversación el tiempo se hace corto, se hace demasiado pequeño, se desvanece como la brisa que caen de las olas que golpean fuertemente la bahía, y así llego la hora de que terminara esa reunión de apoyo estudiantil.

JOTTA:
Espero que haya sido de ayuda para ti, quizá no soy un buen maestro pero hice el mayor esfuerzo posible para que entendieras de la mejor manera.

CATRHINA:
Claro, entendí perfectamente, no te imaginas todo lo que aprendí contigo hoy, eres increíble, explicas mejor que mi maestro, tienes ese don, cuídalo…y por cierto si gustas puedes llamarme CATH o CATHI, fue increíble pasar esta tarde contigo, deberíamos de pasar más tiempo juntos y pues no sé en lugar de repasar de las difíciles matemáticas, deberíamos de armar un viaje con tus amigos y los míos a cualquier lugar que sea divertido.

JOTTA:
¡Seria genial! Es muy buena idea, me dio gusto ayudar y conversar contigo esta tarde, ahora ya sé tu nombre, CATRHINA y te llamaré KATTY ¿Qué te parece?

CATRHINA:
Perfecto, KATTY me gusta, entonces nos vemos pronto, ¡ah! Antes de que se me olvide, ten mi número, así me llamas para cuando hayas hablado con tus amigos.

JOTTA:
Está bien KATTY, yo te llamaré…hasta luego, cuídate…


CATRHINA:
Cuídate tu también y no causes tantos desastres he…

JOTTA:
Te prometo que no lo haré….

Y de esa manera terminamos el día, fue fantástico todo, hablamos de muchas cosas, cosas inimaginables, pasamos un buen momento, aprendió y yo aprendí de ella, pasamos un buen momento juntos…
Al llegar a mi casa no tuve otra intensión más que de tomar mi lápiz y escribir, tenía una inspiración bárbara, podría escribir un libro entero quizás de las cosas que me pasaron en esa tarde, las primeras líneas que escribí fueron:

“Como la brisa de la mañana que cae sin pedir permiso, así es tu voz a mi oído cuando te escucho.”

Y poco a poco fueron llegando las letras, fueron llegando las palabras, las frases fueron llegando apilándose una a una, dejando nada mas entre medio de ellas una hermosa sensación de amor, eso fue lo que las separaba, el sublime viento del amor, un silbido apacible, un pequeño rose angelical. Luego de un par de minutos sin separarme de la ilusión terminé de escribir lo que había iniciado, quedó de esta manera:

“Como la brisa de la mañana que cae sin pedir permiso, así es tu voz a mi oído cuando te escucho.
Como el niño cuando abraza y da un beso inocente a su madre sin que ella lo pida, así mismo se acobija mi ser completo cuando te escucha.
Como la melodía que surge de aquel compositor, que con su canción hace que los arboles canten, la hierba se mueva y que el cielo completo interprete tan grata composición, así es como se siente mi alma al escuchar tu voz”

Había sido un poema nacido del corazón, había escrito ese pequeño trozo de romance literal luego de la tarde tan hermosa que pasamos juntos, KATTY (Catrhina)… bello nombre que iluminaba mi vida, esa había sido la tarde más hermosa que había vivido en todos esos meses, lo primero que se me vino a la cabeza fue: “Debo de dedicarle este poema, debo decirle que estoy totalmente ilusionado con ella, que es necesario que ella este conmigo” era un pensamiento hermoso, era un sueño vívido, era como una fantasía construida por segmentos, todo era increíble, necesitaba desahogarme con alguien, quería contarlo todo, quería que todo el mundo supiera que el amor se puede palpar, que puede ser tan real como el aire que respiramos y tan necesario como el agua que bebemos.
En la primera oportunidad que tuve en los días siguientes le comente a KYOKO todo lo que había sucedido, todo lo que había vivido, aun tenía esa emoción como si todo eso haya ocurrido un día antes, ella nada más me escuchaba y una que otra vez comentaba mi relato. Los días pasaron, nos vimos muchas veces, salimos a pasear, salimos a jugar, salimos a tener momentos de recreación, salimos cuantas veces pudimos, yo siempre invitaba a KYOKO para que nos acompañara pero ella siempre tenía algo que hacer, a veces hasta imaginaba que se inventaba las ocupaciones para no acompañarme, pero quizá era mi imaginación, lo cierto es que, mientras más tiempo pasaba con KATTY (Catrhina) más la quería, más me ilusionaba con ella. Un día mientras descansábamos a la orilla de uno de los lagos que rodeaban nuestra ciudad, ella tomo mi agenda, la cual estaba ubicada al lado suyo, comenzó a ojear todo lo que ahí había, tenía uno que otro chiste escrito, de aquellos que uno escribe cuando le gustan, ella se reía al leerlos, yo también lo hice cuadro los leí, pero luego de ojear y ojear llego al centro de la agenda, sin darme cuenta ahí había sido en donde había escrito aquel poema (Que supuestamente le iba a dedicar a ella), incluso había escrito su nombre al final como referencia, cuando ella comenzó a leer se escucho un silencio en todo el valle, no me había percatado de que ella estuviera leyendo mi poema, luego dirigí mi mirada hacia ella, y note que estaba derramando una lagrima combinada con una sonrisa indescriptible, pensé que se sentía mal, y le pregunte:
JOTTA:
¿Qué te pasa? ¿Por qué estas llorando?


CATRHINA:
No me pasa nada (Entre sollozos) nada más me emociono de leer esto, pero ¿Por qué esta escrito mi nombre al final?

JOTTA:
Es que, eeeemmmm…

CATRHINA:
¡Dime ¿Por qué esta escrito mi nombre al final?!

JOTTA:
Discúlpame es que yo…eemmmm… no debí…nada más te pido disculpas…

CATRHINA:
Disculpas ¿Por qué?

No sabía que responder, estaba petrificado con su pregunta, no sabía si decirle todo lo que sentía en ese momento o callarme el cariño inmenso que le sentía, como pude balbuceé unas palabras…

JOTTA:
Tú no tienes la culpa, yo soy el culpable de todo…escribí ese poema pensando en ti…discúlpame por abusar de tu compañía, no era lo indicado, no era lo que debía de hacer, todo se volvió muy confuso para mi…todo…discúlpame…
Singeringen24 de abril de 2012

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