Miradas, miradas que nada más se cruzan y no dicen nada.
Miradas que simplemente se acarician en la distancia pero no se hablan.
Miradas que intensamente suspiran pero que no conversan.
Mirada tuya y mirada mía que impropiamente discuten cual es la mayor.
Mirada que al penetrar mi pupila puede hablar y aclarar que contigo estoy mejor.
Mirada que olvida y no guarda rencor.
Mirada que ama sin olvidar y olvida sin recordar.
Mirada que perdona mientras apaciblemente llena todo, dejando
pequeños lienzos de amor esparcidos por todo el corazón, llegando hasta el alma inquieta de un poeta dedicado e ilusionado.
Raíces de dulzura que profundizan en lo más firme del corazón
ahondando fuertemente la pared del rechazo al amor.
Innegablemente he cedido a tu mirada, porque en ella encuentro esperanza aislada.
Esperanza que deseo y anhelo con gran fuerza para mi existencia angustiada.
Veme, veme con tus ojos sencillos y de color, encerrando en ellos una pequeña partícula de vitalidad inalcanzable cercana a la perfección.
Amor que con ellos consigo alejando la penumbra con un icónico suspiro.
Corazón, Corazón anejo al tuyo, dependiente de tu leve parpadeo,
te amo y decirlo es mi tormento;
Ya que pienso en ese momento, en donde un "NO" sea expulsado de tus labios sin mayor esfuerzo de pensamiento.
Crecí con tu amistad, me hice fuerte con tu cariño, me volví loco con tus besos de cristal rompiéndose en diminutas mariposas al momento de mi mejía tocar.
Quizá me equivoque en mi forma de pensar, esto es lo que tengo en mis labios para dar.
No me culpes por lo escrito, es lo que quiero expresar, pero algo que no olvido y vale recalcar
Que tu mirada con la mía en un leve sorbo de poesía nunca se dejan de Amar.
