Alma Pecadora
¿Por que escribo tanto? No es una cuestión común, simplemente, si no escribo es como quitarme parte de mi vida, es perder ese pedazo de "algo" que me hace seguir escribiendo, aun cuando nadie lea ni le importe un comino los demonios que plasmo en mis notas.
Eso escribí, demonios, ¿Por qué? Es simple, ¿Alguna vez han deseado morir? ¿Alguna vez han deseado no despertar por la mañana? Así pienso yo cada día, a cada respirar, un pensamiento egoísta, lo sé, y sé también que cuando este frente al filo de la muerte pediré clemencia por mi podrida alma pecadora.
Reír tal vez sirva de algo, claro esta, pero, ¿Para que? Si el deseo, la paranoia y la locura invaden mi mente, es como si mi cerebro deseara estallar y no saber mas de nada y de nadie, como querer estar loco y no recordar cosa alguna hecha.
Alguna vez pensé que; escribir o plasmar mis peores infiernos sobre un papel serviría para acallar mi mente, mi sosiego, mi alma, pero comprendí que solo eleva un éxtasis en mi ser, algo diferente, es tal como un Neruda con un verso, Poé con su cuervo, y yo, con mi cansada, agotada y ferozmente aniquilada mente.
¡Ya ni se diga del corazón! Por que solo es un aparato que regula tu vida, como una maquina perfecta, sincronizada al ritmo de la vida mas pura, ya sea una vida maldita o una vida sin rencores.
¿Y los sentimientos? ¿Que son los sentimientos? Después de tiempo no se que son, ¿De que sirven si te harán pasar el ridículo? Te harán sentir culpable, ¡Un pecador! Un desdichado que alguna vez dio por una persona mas de lo que podía dar, y que esta lo enveneno a tal grado de crear una imagen de mi ser tan horripilante como despreciable.
¡Que la gente crea quien no soy yo! Y quien me conozca nunca faltara de un favor mio, así sea mi peor enemigo, ¡Nunca odiar a tu enemigo! Nubla tu razón, tú juicio, tú merced, tú único recurso para valorar. La mente.
Hoy me encuentro aquí, relatando en cama, deseando un destino lejos, borrar algo que jamas quisiera que hubiese sucedido, ¡Matar un pasado! Alguien que no era yo, alguien convertido en una bestia sin rencor, ¡Un ser que no era yo! Cada noche lo medito, lo recito y lo grito, ¿QUIEN DEMONIOS ERA ESA BESTIA? ¿Era yo? ¿O era lo que ella quería que fuera para dejar impune mi imagen?
¡Ahora solo soy un alma pecadora odiada por todos!
Tomo en mis manos la biblia, y con pocas ganas de vivir exclamo para mi mismo
(...) Dios, Apiadate de mi alma pecadora (...)
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Superandoloimposible
Que buen texto! Me siento identificada en parte, pues yo tambien "estoy envenenada". Muchas gracias por publicar tus pensamientos. Cuidate!
11/03/14 10:03
