Ruedan y ruedan por mis mejillas. No pensé que tuviese tanto que derramar pero el dolor se acrecienta a cada palabra. ¿Cuándo te cansas de estar ciego? Cuando se posa sobre la punta de tu nariz la mariposa que te ha regalado sus más profundos secretos y tu intentas cortar sus alas con tus dedos.
Hay que sopesar en el tiempo que llevas cargándola allí, con sus pelusas tan molestas que te pican la nariz. Ha sido extenso y bastante difícil todo este tiempo que lleva posada sobre ti, sin embargo ella permanece con las patas adheridas a tu piel. Ella sabe que el néctar más dulce proviene de tus poros, ella sabe que no necesita ninguna otra flor para pasar en plenitud hasta el último día de su existencia... pero tú, ¿ Lo sabes?
¿Tu sabes acaso que gracias a ella el sol ha brillado con más fuerza en tus amaneceres? ¿Tu sabes cuántos sueños te ha dedicado cuando vuela lejos de ti? ¿Tienes idea del frío que quedaría si sus pequeñas alas se alejaran para siempre de ti?
Ella siempre aleteará fuerte para protegerte, ella siempre recolectará dulzura para ti antes que para si misma, compondrá las sinfonías más hermosas entre las flores para deleitarte en días especiales. Y para tu cumpleaños hará bailar a todo el mundo para verte sonreír una vez más.
