Preferiría Haber Tenido Más
Silencios que Más Mentiras.
Parece increíble pero cuando te lastiman al nivel de hacerte pedazos el alma, literalmente te duele el corazón.
No tengo claro si lamentar mi suerte o agradecer al universo por darme, brutalmente y sin una pizca de piedad, la llave de la puerta que me permite huir al fin de ti.
Cuando pasen los meses y te preguntes las mil y un cosas que tu egocentrismo no te permite cuestionar aún. Podrás ver mis cartas y tendrás respuestas.
Me diste la mano para dar el salto para dejarte.
Me entregaste voluntariamente el trozo de mi que te había regalado, que significaba mi amor por ti. Abriendo para mi el candado que sellaba cualquier posibilidad de enamorarme de otra luz que no fuese la tuya.
Cuando tu alma desprolija te haga pensar que te abandoné, recordarás luego que me quedé tanto como me dejaste.
Recordarás y notarás al fin lo honesta que fui cada vez que te dije que hasta me quedé vacía intentando llenar el vacío que tenías dentro. Y que si fue inútil fue porque pese a que tuve la esperanza de lograrlo, jamás podría haber echo sentir amado a alguien que no era capaz de amarse a si mismo.
Si tocara tu puerta un día de estos, si te mirara a los ojos nuevamente. ¿Acaso seguirías fingiendo? ¿Serías aún, hasta el día de hoy, tan despiadado como para mirarme a la cara y mentir de nuevo?.
Porque el día que te preguntes, por qué y cómo fue que dejé de amarte, espero logres dejar de mentirte siquiera a ti mismo, y por una vez veas toda la realidad.
Y que la verdad te de consuelo y descanso, como lo hizo conmigo.
