Un día como hoy, Enzo un chico de 17 años, pelo negro y lacio, y unos ojos azules como el océano, el cual es el típico adolescente con problemas de identidad, se encontraba teniendo un día normal en la escuela, bueno hasta que "aquello" sucedió.
Comencemos desde el principio; Enzo estaba teniendo un día normal en la escuela, un día como cualquier otro, sin nada especial que resaltar, hacia lo mismo de siempre, con los mismos amigos de siempre, en el mismo lugar de siempre, Enzo se encontraba en la clase de matemáticas, a la cual como muchos de nosotros no le prestaba atención, sino que prefería mirar por la ventana y apreciar el inmenso cielo azul, y mientras admiraba el cielo pensó:
-"Que aburrido estoy, siempre es lo mismo; la misma gente, las mismas clases, las mismas conversaciones, ya estoy cansado de esto," y mientras soltaba un suspiro desalentador, otro pensamiento invadió su mente "acaso estoy destinado a tener una vida sin emoción, sin nada fuera de lo común".
Y sentado en su pupitre con su lápiz en la mano y su mirada hacia el inmenso cielo que se podía ver desde la ventana del salón, nuestro protagonista con una sonrisa indiferente, pero a la vez un poco triste, susurra el siguiente deseo:
-"Dios... ¿Me darías una vida con mas emoción? ".
Lo que nuestro protagonista no sabia era que terminaría arrepintiéndose de aquellas palabras, de aquella simples palabras que cambiarían su vida para siempre.
Continuara...
Quiero saber tu opinión, comenta y dime que te pareció la primera parte de esta historia, ¿Qué crees que pasara?, ¿Cómo te imaginas a Enzo?, déjame saber todo eso y mas en los comentarios
