Starlight
El mundo está loco, y es feo. Cada día las noticias nos vuelven más fríos, porque de ser al revés, seríamos nosotros los que acabaríamos locos. La gente se mata y se hace daño. La gente hace cosas buenas pero malas también y estas primeras se olvidan a la misma velocidad que las últimas resuenan alto en nuestra conciencia. Yo normalmente me preocupo, me indigno y me enfado pero hoy no.
Hoy no porque estás tu aquí conmigo, porque existes, mejor dicho, porque existimos y hoy voy a ser egoísta. Apaguemos la televisión por un momento, no leamos más noticias tristes y dejemos que el mundo siga su rumbo que mientras tengamos dos cristales empañados tras los que cobijarnos nosotros tenemos nuestro mundo aquí dentro encerrado. Dejemos que por un par de horas la vida sea una noche estrellada y una luna llena colgante observándonos cómplice; que sea un coche cuyas puertas dejan la soledad fuera y la protegen de la pasión contenida dentro,porque si la soledad se asomase nunca más querría salir; dejemos que, además, la vida se cuente en gemidos y en canciones sonando en la radio mientras no las escuchamos. A propósito, Starlight se oye de fondo.
Echa el pestillo y escondámonos, dediquemos el tiempo restante a derretir este maldito invierno que nos deja a todos fríos por dentro. Creemos alientos para sobrevivir a enero y empañemos los cristales de ebrero, que abril ya llegará con su primavera. Solo espero que para entonces me sigas necesitando, porque nunca hay calor suficiente, porque el mundo sigue siendo feo y sigue estando loco, porque todos necesitamos una trinchera en la que cobijarnos cuando las cosas van mal o simplemente cuando sentimos que van mal.
Me ofrezco a ser tu trinchera porque tal vez pedir que tu seas la mía es ser demasiado cursi y a mi no me gustan las cosas cursis, pero sí me gusta la manera en que me haces olvidarme de que existe un mundo ahí fuera que merece mucho menos la pena que lo que nosotros podamos construir. Brindemos por que me queden muchas más palabras por dedicarte.
