NIÑO DE ESTAMBRE
(DANAE)
El niño de estambre mira con mirada asombrada al mundo;
corazón sembrado con todo el dolor del adulto,
mas ungido con la blanca inocencia del infante.
Su alma implorante se asoma en llanto baldÃo por sus ojos;
en sus pupilas errantes se avista la muerte que ronda, acechante;
y el mundo devuelve su mirar con ojos vergonzantes,
mas sigue incesante su carrera por dominar el espacio sideral
con sus astros y estrellas fugaces Â…
El niño de estambre perdió su estrella nada más ser alumbrado al mundo,
se convirtió en fuego fatuo que presagiaba una muerte certera,
pues su endeble tallo se ve arrastrado a la yerma tierra
en donde habita su hambre y su miseria;
su vientre de arena se balancea tirante sobre sus endebles piernas,
y su piel se cuartea bajo un sol de injusticia.
El niño de estambre no entiende de huelgas ni de protestas,
ni siquiera sabe maldecir el mundo que lo destierra;
sólo nos mira con un gran interrogante dibujado en sus ojos,
pregunta y espera respuesta a la sinrazón que lo rodea:
por qué el abandono, la crueldad, la locura, la inconsciencia …
El niño de estambre necesita pan para su hoy,
trabajo para su mañana,
paz y amor para su camino.
Que no sea condenado de antemano.
Una esperanza de vida.
Una mano que le sea tendida.
Es de justicia, no un regalo.
Es de humanos.