Seamos Claros.
Tengo muchos defectos, lo sé pero creo que el mayor de mis defectos es tener la necesidad de querer saberlo todo, la necesidad de buscar el por qué y el significado de cada cosa, la curiosidad me puede, necesito comprender todo lo que sucede a mi alrededor, necesito saber qué hubiera pasado, qué pasaría si... La mayoría de veces me doy con un canto en los dientes cuando descubro la verdad, y me duele, me duele ser una metomentodo, una egoísta que no deja pasar el tiempo y se ancla en el pasado buscando respuestas para intentar arreglar su presente, y ahora estoy mordiendo el polvo, como de costumbre, me encanta luchar en guerras, aun que esté desarmada, como ahora mismo con mi guerra interior, lo quiero, lo quiero todo soy una acaparadora y me culpo. Seamos claros, todavía estoy luchando por esto. tengo la coraza más dura que existe, y el alma más dura, pero aquí me tienes, con el alma en vilo esperando tu aliento de nuevo, mendigando tu atención como una niña con ojos vidriosos suplicando otro suspiro, famélica de ese sentimiento, que me hacía tan grande. Ese contorsionismo emocional, que hace que mi cerebro se desate de mi corazón y me convierta en una chiflada, para que en un segundo mi corazón vuelva a amarrar la cuerda y con fuerzas trepe hasta mi cabeza, desvalido, con los brazos flacos y las muñecas desencajadas para tomar un poco de lucidez, pero no lo consigue, la cuerda resvala y es difícil volver a encontrar la razón cuando te gusta vivir en medio del caos, porque te has acostumbrado porque has crecido así y no sabes lo que es una vida tranquila totalmente cuerda, entendiéndolo todo y sin ningún reto. Y seamos claros, esta noche no volveré a pegar ojo. Y sé que puedo sobrevivir entre las ruinas de un corazón desbocado y una cabeza bien ida, un malabarismo sentimental continuo, de la poca intención que tienes de ser tú conmigo yo contigo y el uno con el otro, hacemos difícil, incómodo y arriesgado, lo que realmente podría ser francamente como una pluma, suave y ligera, deslizándose entre la brisa de un día como hoy, busco la perfección constante sabiendo que soy el ser más imperfecto del planeta, soy incapaz de acabar lo que empiezo, me gusta vivir en espejismos de pasión encadenados, traumatizada por la vida con mis exaltaciones, mis llantos mis penas, mi muerte y mi resurrección constante, ¿Qué nació primero el amor o la soledad? Lo que acabó con nosotros dejándonos partidos y arruinados, aún estando sorprendentemente cerca el uno,
con el otro.
