Deberías saber que te quiero tanto como se quiere a los recuerdos que ves como se alejan sin oir tus súplicas, pero que sabes que, de no hacerlo, se dolerían a sí mismo y terminarían haciendo daño.
Deberías sabes que eso del olvido tu nombre me lo rechaza y que, cuando cierro los ojos, mi voz interior habla con acento andaluz como para reírse de mí.
Deberías saber que mi razón, que sabe como acaba siempre esto de querer, tiene amordazado al conrazón que gritaba que te buscase. Y mientras, mi conciencia se resigna a martirizarme recordándome que ya me lo advirtió y que ahora he de asumir el haberte dejado escapar.
Pero, yo en el fondo, sé que la que se escapó soy yo, y que a mi regreso el campo ya había sido segado. Y por mucho que quisiese plantar, era claro que no podrían volver a germinar semillas pues las lágrimas que lloré salaron la tierra.
Deberías saber que sigo queriendo que seas feliz, conmigo, sin mi, o como tu veas. Y no me importa escribirlo porque sé que luego no te haré llegar estas palabras por miedo, cobardía... Lo que ya sabes.
Deberías saber demasiadas cosas pero, desgraciadamente, yo no tengo la valentía de contártelas. 7-11-16
