Orzada
Querida Superando:
Me abriste el corazón al leerte.
Cuenta mi madre que de pequeña, muy pequeña, cuando lloraba lo hacía delante del espejo que estaba en la habitación a la que debía ir castigada, que no eran pocas veces.
No sé si es que me gustaba llorar, verme llorar, o llorar frente a mi reflejo por no llorar a solas.
Un abrazo, Superando. Nada tiene de malo.
19/09/14 11:09