Al parecer, ni los reyes ni la princesa Benett eran capaces de asimilar aquellas palabras. Alguien
tenía que decir algo para que algo pasara. Debía hacerse algo, pero no sabían qué
- ¡Hombre! ¿De ...
Avispados, el enjambre de hombres reunidos en la plaza se disipó. Unos probablemente
corrieron hacia sus casas a llorar con desconsuelo. Otros talvez corrieron a informarse sobre los
viajes ...
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