Él no era como los demás, o quizás sí, el caso es que no dudé en sacarlo del jardín, pues supondría
una auténtica selva para cualquier ser de su tamaño.
-Estamos yendo a mi habitación, ¿Me escuchas...
Se presentó ante mí una calurosa tarde de verano. Yo me abstraía cortando con mis manos las frescas
hojas del césped, sentado a la sombra y a pocos metros de la piscina. Diminuto, gris oscuro, se
moví...
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